Dos aviones y un helicóptero de la Fuerza Aérea Siria largaron bombas con gas sarín y cloro sobre una localidad norteña en 2017, “afectando” a un centenar de personas, según la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ). Por primera vez, la OPAQ, con sede en La Haya, ha señalado al ejército de Bashar al Asad como responsable de ataques químicos en su propio suelo. Los hechos tuvieron lugar hace casi exactamente dos años, en Latamne, entonces en manos de los rebeldes y blanco de una serie de tres ataques aéreos.
Los ataques fueron investigados por un equipo especial de la OPAQ, valiéndose de nuevas atribuciones que le fueron conferidas en 2018 pese a la oposición, en especial, de Damasco y de su aliado ruso. El Gobierno sirio niega su implicación en estos ataques, argumentando que había entregado todas sus reservas de armas químicas bajo supervisión internacional tras un acuerdo alcanzado en 2013. Como el equipo de investigadores “no es un órgano judicial con el poder de atribuir la responsabilidad penal individual, le corresponde al secretario general de la ONU y la comunidad internacional en su conjunto adoptar cualquier medida que consideren apropiada y necesaria”, declaró el director de la OPAQ, Fernando Arias, citado en un comunicado.
“Las más altas autoridades" El IIT (equipo de identificación y de investigación de la OPAQ) concluyó que existen “motivos razonables para creer que los autores” de estos ataques con sarín el 24 y 30 de marzo de 2017 y con cloro el 25 de marzo de 2017 “eran individuos pertenecientes a la Fuerza Aérea árabe siria”, indicó el miércoles el coordinador de este equipo, Santiago Oñate-Laborde, citado en el comunicado de la OPAQ. Se trata del primer informe del IIT, creado en 2018, encargado de identificar a los presuntos autores de ataques químicos en Siria. “Ataques de tal naturaleza estratégica solo pudieron darse bajo la orden de las más altas autoridades del mando militar de la República Árabe Siria”, agregó Oñate-Laborde.
“Incluso si la autoridad puede ser delegada, la responsabilidad no puede”, subrayó. Human Rights Watch estima que la investigación del IIT “debería despejar toda duda sobre el hecho de que el Estado sirio utilizó deliberadamente armas químicas contra su propio pueblo”, según su director, Louis Charbonneau. “Las conclusiones de la OPAQ deberían ser utilizadas para apoyar una forma de justicia penal para las personas responsables”, añadió en un comunicado.
Represalias Se espera igualmente otro informe del IIT sobre un ataque que causó unos cuarenta muertos en Duma en abril de 2018 tras el uso de cloro, según los investigadores de la OPAQ. Los países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, acusaron entonces al régimen sirio de estar detrás del bombardeo químico y atacaron instalaciones militares sirias como represalia. Pese a la objeción de Siria y de sus aliados, incluido Moscú, una mayoría de los 193 Estados miembro votaron en junio de 2018 a favor de reforzar los poderes de la OPAQ, autorizándola a designar al autor de un ataque químico y no solo a documentar el uso de tales armas. Las conclusiones del ITT “sitúan a Siria en violación de la convención sobre las armas químicas”, declaró el miércoles en un tuit Peter Wilson, embajador del Reino Unido para la OPAQ. “Los Estados parte deben actuar”, añadió.