No han pasado más de tres meses y el gobierno de Gabriel Boric ya inició una nueva ronda de negociaciones con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) principal organización sindical del país, para proceder a un nuevo aumento del salario mínimo en Chile.
Si las negociaciones marchan bien, la nueva alza en el salario se vería reflejada en el próximo mes de mayo, cifra que ya fue incrementada a los 410.000 pesos chilenos (505 dólares aproximadamente) el pasado mes de enero.
Este anuncio se da ya que Boric prometió, al llegar a la presidencia de Chile, que su objetivo es que el salario mínimo en el país sea de 500.000 pesos (615 dólares aproximadamente) al final de su mandato, en 2026.
El incremento que se presentó el pasado mes de enero fue de 50.000 pesos y luego que se sumaron otros 10.000 pesos debido a la alta inflación que viene teniendo Chile.
Sin embargo, y pese a la intención de un mayor incremento, desde el Gobierno aseguran que es necesario llegar a un equilibrio entre la demanda de los sindicatos y la capacidad de las pequeñas y medianas empresas para pagar los salarios.
Así lo dejó ver la ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, quien también participa en esta negociación con los sindicatos, junto al ministro de Hacienda, Mario Marcel.
El ministro de Economía, Fomento y Turismo, Nicolás Grau, manifestó su intención de mantener una reunión en el marco del Consejo Nacional Consultivo de la Empresa de Menor Tamaño para conocer la capacidad de estas pequeñas y medianas empresas.
Por su parte, desde la CUT han pedido en reiteradas ocasiones que se llegue a la cifra prometida por Boric “lo antes posible”, atendiendo a la situación inflacionaria que atraviesa el país.
A esta nueva propuesta se le suma que el Senado chileno aprobó el proyecto de ley que reduce la jornada laboral semanal, de 45 a 40 horas, iniciativa que dejará a Chile junto a Ecuador como los dos únicos países en la región en tener esa extensión laboral.
El proyecto de ley ingresó en 2017 al Congreso, y fue aprobado en la Cámara Alta por 45 votos a favor, ninguno en contra y ninguna abstención.
Para que se convierta en ley solo resta la ratificación de la iniciativa en la Cámara de Diputados, que debe aprobar las modificaciones incorporadas en el Senado.
El Gobierno confía en que la iniciativa pueda convertirse en ley antes de próximo 1 de mayo, conmemoración internacional del Día del Trabajo.
La iniciativa fue presentada al Congreso por diputados del Partido Comunista, entre ellos, Camila Vallejo, actual ministra vocera de Gobierno.
El proyecto de ley, que fue aprobado por la Cámara de Diputados en su primer trámite, no contemplaba inicialmente la gradualidad en su implementación, pero tras su paso por el Senado se estableció que este cambio se hará en un plazo de cinco años.
De esta forma, en el plazo de un año la jornada laboral semanal será de 44 horas, disminuirá a 42 en el tercer año de aplicación de la ley y a 40 horas luego de cinco años.
La normativa establece que la nueva extensión de la jornada laboral no podrá significar la reducción de las remuneraciones de los asalariados y el Gobierno la justifica para que los trabajadores tengan más tiempo para realizar actividades diferentes al trabajo.
*Con información de Europa Press