El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, reafirmó este lunes 5 de junio que el gobierno del demócrata Joe Biden considera a Irán la principal amenaza para Israel y dijo que Estados Unidos nunca permitirá que Teherán obtenga un arma nuclear.
“Si Irán rechaza el camino de la diplomacia, entonces, como ha dejado claro repetidamente el presidente Biden, todas las opciones están sobre la mesa para garantizar que no obtenga armas nucleares”, dijo Blinken en un discurso ante el grupo de presión proisraelí AIPAC.
“Estados Unidos tiene un interés de seguridad nacional en promover la normalización entre Israel y Arabia Saudita. Creemos que podemos y, de hecho, debemos desempeñar un papel integral en su avance”, sostuvo Blinken en el mismo evento, también aseguró que la administración del presidente demócrata Joe Biden estaba comprometida con el Acuerdo de Abraham, una iniciativa para persuadir a los países árabes a establecer relaciones formales con el Estado hebreo.
Pero hasta ahora Riad se ha mantenido cauteloso, si bien se ha abierto a los vuelos comerciales israelíes y ha mantenido muchos contactos con Israel. “Una mayor integración de Israel en la región contribuye a una región más estable, más segura y más próspera, y a un Israel más seguro”, dijo el secretario de Estado ante la AIPAC.
Y aunque la administración Biden “no se hace ilusiones” de que se pueda lograr rápida o fácilmente una normalización completa de lazos entre Arabia Saudita e Israel, Blinken afirmó que siguen “comprometidos en trabajar para lograr ese resultado”.
Por otro lado, el diplomático ha subrayado que “no hay ninguna amenaza” que enfrente Israel en la actualidad, que sea “tan peligrosa como Irán”, ya que el régimen iraní persigue constantemente “borrar del mapa” a Israel, mientras que también niega su existencia.
“Su apoyo a fuerzas (hostiles) va más allá de la región, incluyendo drones que se utilizan para matar a ciudadanos ucranianos y destruir infraestructura civil. A cambio, Rusia suministra armamento sofisticado a Irán”, ha recordado.
Blinken también ha resaltado que Estados Unidos sigue creyendo que “la diplomacia es la mejor forma de prevenir que Irán obtenga armas nucleares”, si bien ha dejado claro que “no puede ni debe” permitirse que Teherán posea este tipo de armamento.
Sin embargo, consideró que eso no debe afectar el proceso para solucionar el conflicto entre israelíes y palestinos: “Los esfuerzos de integración y normalización no sustituyen al progreso de negociaciones entre israelíes y palestinos, y no deben realizarse a expensas de este”.
Desde que asumió la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden ha querido evitar repetir un episodio desagradable de su época como vicepresidente de Barack Obama: una pelea pública con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Pero en las últimas semanas de crisis en Israel, a raíz de una controvertida reforma judicial impulsada por Netanyahu, Washington ha subido ligeramente el tono contra su histórico aliado.
Después de tres meses de protestas contra la propuesta -que restringiría la autoridad de la Corte Suprema y daría a los políticos mayores poderes sobre la selección de jueces-, la Casa Blanca acogió el lunes “con satisfacción” el anuncio de Netanyahu de la suspensión de la adopción del paquete legislativo por parte del Parlamento israelí.
Justo antes de Netanyahu acordara hacer una pausa para el diálogo, el Ejecutivo estadounidense había dicho que estaba “profundamente preocupado” por los acontecimientos en Israel después de que Netanyahu cesara al ministro de Defensa por criticar la reforma.
Y la semana pasada, el Departamento de Estado emitió críticas inusualmente fuertes sobre la coalición de extrema derecha que anuló una ley sobre los asentamientos israelíes en Cisjordania y sobre los comentarios de uno de los ministros de Netanyahu negando la existencia del pueblo palestino.
Con información de AFP y Europa Press*