Luego de que en tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos suspendiera el sábado pasado la obligación de vacunar a los empleados de empresas de más de 100 personas, el gobierno del presidente Joe Biden dijo que defenderá la medida.

“Estamos seguros de que esta medida cumple con la ley y las regulaciones”, dijo a CBS Cedric Richmond, cercano asesor del presidente Biden. El funcionario agregó que se ofreció “la opción de un test semanal” a los empleados que eran totalmente resistentes a la vacuna.

“Ser presidente no es tomar decisiones fáciles, es tomar decisiones justas y tener el coraje de implementarlas”, agregó.

Por su parte, los republicanos, que son oposición de Biden, denuncian cualquier forma de obligación a la vacunación como una medida “dictatorial”.

“La carnicería que está en marcha”, con más de 750.000 muertos por la pandemia en Estados Unidos, “es inaceptable”, y “las vacunas son la mejor forma de luchar contra ella”, insistió Richmond.

La controvertida medida consiste en obligar a decenas de millones de empleados en empresas con más de 100 empleados a vacunarse contra el covid-19 antes del 4 de enero, o de lo contrario tener que someterse a pruebas muy periódicas.

Desde su llegada a la Casa Blanca, el presidente Biden le ha prestado bastante atención a la pandemia del coronavirus, mucho más que su predecesor, por lo que ha implementado cierto tipo de medidas que para algunos sectores (como los republicanos) son radicales.

La obligatoriedad de las vacunas fue impugnada en los tribunales en particular por el estado de Texas, controlado por los republicanos, opuestos a toda obligación de vacunación para luchar contra la pandemia del coronavirus.

En su decisión, la corte federal de apelaciones con competencia en ese enorme estado del sur de Estados Unidos dictaminó que los demandantes habían “dado argumentos que sugerían que existen serios problemas constitucionales y procesales” con el texto del gobierno.

Por tanto, la medida queda “suspendida” en espera de que el tribunal lo examine sobre el fondo.

“Podremos desafiar el abuso de poder inconstitucional de Biden en la corte”, comentó en Twitter el gobernador conservador de Texas, Greg Abbott, que ya prohibió la vacunación obligatoria en su territorio. Agregó que las audiencias tendrán lugar “pronto”.

Aunque sea solo una suspensión, se trata de un gran revés para Joe Biden, quien acababa de lograr su primera gran victoria legislativa con la adopción en el Congreso, el viernes, de su plan de inversión en infraestructura.

“La vacunación es el mejor camino para salir de esta pandemia”, había dicho Biden en un comunicado publicado el jueves, indicando que habría “preferido evitar esta obligación” destinada a afectar a más de dos tercios de la mano de obra del país.

“Demasiadas personas siguen sin vacunarse para que podamos salir definitivamente” de la pandemia, estimó.

El texto suspendido deja al empleador tomar las medidas que considere adecuadas, incluyendo sanciones, contra quienes se resisten a las vacunas y las pruebas regulares. Las empresas que no quisieran implementar la obligatoriedad se exponen, según la norma a una multa de entre 13.000 a 136.000 dólares.

La Casa Blanca había anticipado que la nueva regla se imponía en todos los estados, incluyendo aquellos que han adoptado leyes prohibiendo a los empleadores exigir la vacunación, mascarillas o pruebas anticovid.

Sin embargo, en el país de las libertades individuales, la medida desata críticas en la oposición republicana, que denuncia una “dictadura”.

Varias empresas, entre ellas el gigante cárnico Tyson Foods o la aerolínea United Airlines, ya habían preparado el terreno al imponer estas obligaciones a sus empleados desde finales de septiembre.

Cerca de 58% de la población de Estados Unidos se ha inmunizado hasta noviembre. Esto representa un aumento desde agosto, cuando comenzaron a anunciarse los decretos.

Con información de AFP.