En horas de la mañana de este jueves 9 de febrero, Nicaragua anunció la liberación de 222 presos, los cuales eran catalogados como “traidores de la patria” por parte del Gobierno. En ese sentido, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia ha reconocido la liberación de dos compatriotas, las cuales serán deportadas a Estados Unidos con los demás liberados.
“Me complace la liberación de nuestras dos compatriotas, Jeannine Horvilleur Cuadra y Ana Carolina Álvarez Horvilleur, como parte de la liberación de más de 220 presos detenidos arbitrariamente en Nicaragua”, ha manifestado en un comunicado la ministra de Exteriores gala, Catherine Colonna.
Colonna también destacó los esfuerzos realizados con anterioridad desde París con el propósito de lograr la liberación de ambas opositoras. Asimismo, agradeció a Washington su “compromiso con este resultado positivo”.
Además, agregó lo siguiente: “Reitero el llamado de Francia al retorno del Estado de derecho en Nicaragua, la liberación inmediata de los detenidos arbitrariamente, incluido el obispo Rolando Álvarez, así como el respeto a los Derechos Humanos y las libertades fundamentales”.
Cabe mencionar que a los presos se les acusa en Nicaragua de cometer actos contra la independencia y la soberanía de Nicaragua, de “incitar” a la violencia y el terrorismo, de perpetrar acciones de “desestabilización económica” o de perjudicar “los intereses supremos de la nación”, ha explicado el juez Octavio Rothschuh en una breve comparecencia transmitida por televisiones oficiales.
Sobre todos ellos pesa, además, una inhabilitación “perpetua” para ocupar algún tipo de cargo electo en Nicaragua, donde en estos últimos años se ha recrudecido la represión de la disidencia.
Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos confirmó la acogida de 222 personas encarceladas de manera “injusta” en Nicaragua “por ejercer sus libertades fundamentales” y ha alegado que esta medida “abre la puerta a un mayor diálogo” con el país centroamericano, con el que Washington apenas mantiene relación a día de hoy.
Es “un paso constructivo para resolver los abusos de los Derechos Humanos” en Nicaragua, ha afirmado en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en la primera reacción oficial de la Administración de Joe Biden, poco después del aterrizaje del avión.
Las autoridades de Estados Unidos ofrecerán asistencia médica y legal a estas personas, que han llegado a un aeropuerto de Washington en un vuelo chárter. “Lo ocurrido hoy es resultado de la diplomacia estadounidense y seguiremos apoyando al pueblo nicaragüense”, ha prometido Blinken.
La expulsión de los presos políticos y religiosos de Nicaragua hace que pierdan la calidad de nacional nicaragüense, lo que significa que deja a todos los antiguos prisioneros expulsados sin ciudadanía.
Los traslados forman parte de un acuerdo entre Estados Unidos y Nicaragua, en virtud del cual las autoridades estadounidenses ofrecieron refugio a un total de 224 presos, si bien dos de ellos se negaron, según fuentes consultadas por el periódico ‘The New York Times’. Fue también la Administración de Joe Biden la que fletó el vuelo chárter en que han sido trasladados los presos.
La lista de personas beneficiadas, difundida por el Parlamento, incluye a destacados nombres de la disidencia durante estos últimos años, pero no así el del obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, al que el diario ‘La Prensa’ apunta como uno de los posibles presos que no ha aceptado la expulsión.
Sí están, en cambio, otros nombres como el de Cristiana Chamorro Barrios, que intentó aspirar a la Presidencia en las polémicas elecciones de 2021, a las que Ortega concurrió sin rivales de entidad en el bando rival.
“Hoy ha terminado un largo día de tortura y crueldad contra los mejores hijos de Nicaragua”, ha afirmado su hermano, Carlos Fernando, en declaraciones al ‘New York Times’. “Todos los presos de conciencia son inocentes”, ha defendido en declaraciones al rotativo estadounidense.
*Con información de Europa Press.