Los partidos de Gobierno y la oposición de Chile han acordado este lunes impulsar un nuevo proceso constituyente a cargo de un órgano electo, pero que en esta ocasión contará con el asesoramiento de un comité de expertos.
De esta forma, Chile seguirá en el camino hacia una nueva constitución que derogue la actual, que data de la época del dictador Augusto Pinochet, después del fallido referéndum constitucional del pasado 4 de septiembre.
Representantes de todas las fuerzas parlamentarias chilenas se han reunido este lunes en la sede del Congreso para abordar los pasos a dar hacia un nuevo referéndum constitucional que, como ya ocurrió con el anterior, correrá a cargo de un órgano electo por la ciudadanía y en el que habrá paridad, y se dará tras un plebiscito de salida.
Una vez concluida la reunión, el presidente de la Cámara de Diputados (cámara baja), Raúl Soto, ha reconocido ante Canal 13 su optimismo de cara a la celebración de un nuevo plebiscito constitucional y ha tildado este principio de acuerdo como “una luz de esperanza” para Chile.
“Lo que queremos es mantener el origen democrático y participativo, pero corrigiendo los errores de proceso que acaba de fracasar”, ha dicho Soto, argumentando así la necesidad de que un grupo de expertos se encargue de asesorar al organismo constituyente.
Así, el presidente de la cámara baja ha adelantado que el jueves se celebrará un nuevo encuentro para perfilar otros detalles que aún se han quedado en el tintero, como pueda ser el nombre con el que será designado el órgano o el funcionamiento del mismo.
Chile celebró el pasado 4 de septiembre un referéndum constitucional como colofón a un proceso constituyente de un año de duración. Finalmente, más de un 60 por ciento de la población chilena rechazó la propuesta de una nueva Constitución.
La popularidad de Boric
El nivel de apoyo al presidente de Chile, Gabriel Boric, ha caído hasta igualar su nivel más bajo, después del fallido referéndum sobre el borrador de la Constitución que estaba llamada a sustituir la Carta Magna redactada durante la dictadura.
La popularidad de Boric ronda el 33 por ciento, una caída de cinco puntos que el presidente busca contrarrestar con la reciente remodelación del núcleo duro del Gobierno y el compromiso de relanzar el proyecto constituyente.
Seis de cada diez personas entrevistadas en la encuesta Plaza Pública Cadem ven positivo el cambio de ministros y anticipan políticas más moderadas y de consenso. La mayoría de los encuestados creen que mejorará la gestión del Gobierno y que incluso tendrá mejores relaciones con los empresarios.
Boric defiende que el fracaso en la consulta del 4 de septiembre no implica volver a la casilla de salida, sino que sigue vigente el mandato ciudadano para redactar una nueva Constitución. Para ello, ha iniciado un periodo de consultas donde los distintos actores políticos irán marcando posiciones.
Un 67 por ciento de los ciudadanos respalda el inicio de un nuevo proceso constituyente y, aunque siguen siendo mayoría, el dato representa un descenso de diez puntos respecto a principios de mes. Uno de cada tres, sin embargo, abogan por dejar todo tal como está.
*Con información de EP.