Por medio de una alocución, el ahora expresidente de Perú, Pedro Castillo, hizo lo que muchos han catalogado como un golpe de Estado, ya que pidió que el Congreso de la República se disolviera, apenas momentos antes de que este órgano votara su vacancia.

Sin embargo, ante el duro mensaje, hubo detalles evidentes que dejaron ver el nerviosismo con el que Castillo leía su discurso. Primero, el temblor de su manos. Durante los diez minutos que duró la alocución, el mandatario no dejaba de mover los papeles, al parecer por el nerviosismo de dar una información que cambiaría el futuro político de Perú.

En redes sociales, varios internautas notaron la actitud de Castillo.

Otra característica que reveló su nerviosismo fue que en pocas ocasiones miró a la cámara y cuando lo hacía no duraba ni dos segundos en mantener su ojos fijos ante el lente. Su mirada hacia abajo denotaba claramente que no quería dar la cara a los millones de ciudadanos que en ese momento seguían el discurso.

“El temblor en las manos de Pedro Castillo lo delata”, “con un temblor evidente en sus manos, anunció que también dicta convocar en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución en un plazo no mayor de 9 meses”, “el temblor de las manos y el tartamudeo del socialista Pedro Castillo es un indicador de que es un títere y no durará mucho como tirano socialista”, fueron algunos mensajes de quienes notaron el nerviosismo del mandatario.

Tras el anuncio, sus ministros comenzaron a renunciar. Entre ellos, se destacó el jefe del Ministerio de Relaciones Exteriores, César Landa, quien comunicó de forma “irrevocable” su decisión.

A él se sumó el titular del Ministerio del Trabajo, Alejandro Salas, quien divulgó su renuncia a través de redes sociales:

“Coherente con mis principios y con pleno respeto a la democracia, he presentado mi renuncia al Gabinete Ministerial. Agradezco haber servido al país el tiempo que estuve a cargo de las carteras de Cultura y Trabajo”.

El encargado de la oficina de Economía y Finanzas, Kurt Burneo, detalló que formaba parte de la ola de quienes se apartaban del cargo al considerar que se habían traspasado los límites. “Habiéndose vulnerado el Estado de Derecho y en línea con mis principios democráticos, presento mi renuncia irrevocable al cargo de ministro de Economía y Finanzas”, enfatizó.

La lista no terminó ahí, pues continuó subiendo el número de ministros y funcionarios que dieron un paso al costado. Esto se produce en un momento en el que Perú permanece en el limbo y algunos analistas vaticinan que el mandatario puede tener las “horas contadas” en el Palacio de Gobierno. Uno de los anuncios más recientes lo hizo quien, hasta la fecha, encabezaba el Ministerio de la Mujer, Heidy Juárez.

“Ante la decisión tomada por el presidente, la misma que no se ajusta al orden constitucional y a mis principios democráticos, he decidido presentar mi renuncia al cargo de ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. La democracia debe estar primero”, subrayó.