Varios altos responsables ucranianos anunciaron este martes su dimisión tras revelaciones sobre las presuntas compras de provisiones para el ejército a precios inflados, indicaron las autoridades en plena invasión rusa. Entre los altos cargos que dimitieron figuran el viceministro de Defensa, Viacheslav Shapovalov, encargado del apoyo logístico a las fuerzas armadas; el jefe adjunto de la administración presidencial, Kirilo Timoshenko, y el fiscal general adjunto, Oleksii Simonenko.
“Incluso si estas acusaciones son infundadas”, la salida de Shapovalov “permitirá preservar la confianza de la sociedad y de los socios internacionales, así como asegurar la objetividad” en “posibles investigaciones”, aseguró el Ministerio de Defensa en un comunicado.
Timoshenko, uno de los pocos colaboradores del presidente Volodimir Zelenski que ha trabajado con él desde su elección en 2019 y que supervisaba proyectos de reconstrucción de instalaciones dañadas por ataques rusos, apareció en varios escándalos durante y antes de la invasión de Moscú.
En octubre fue acusado de supuestamente utilizar un todoterreno dado a Ucrania por el grupo General Motors con fines humanitarios. Tras esas revelaciones, el funcionario anunció que trasladaría el vehículo a una zona próxima a la línea del frente.
Simonenko fue acusado por un influyente medio de comunicación ucraniano, Ukrainska Pravda, de haberse ido de vacaciones a España cuando los viajes al extranjero, salvo con fines profesionales, están prohibidos para los hombres de ese país en edad de combatir.
Según el medio de comunicación, salió en un vehículo que pertenece a un hombre de negocios ucraniano y en compañía de un guardaespaldas de este. El presidente, Volodimir Zelenski, anunció el lunes por la noche que una serie de funcionarios abandonarían sus puestos.
Así avanza adhesión de Finlandia
Finlandia debe considerar la opción de una adhesión a la OTAN sin Suecia, afirmó este martes por primera vez su ministro de Relaciones Exteriores después de que Turquía excluyera aprobar la candidatura sueca.
La adhesión conjunta de ambos países nórdicos sigue siendo “la primera opción”, pero “evidentemente debemos evaluar la situación, si sucede algo que a largo plazo impide avanzar a Suecia”, dijo a la televisión pública Yle el ministro de Relaciones Exteriores, Pekka Haavisto.
“Es demasiado pronto para tomar una posición”, aclaró Haavisto. El sábado pasado, un extremista de derecha quemó un Corán en una manifestación autorizada cerca de la embajada de Turquía en Estocolmo, un incidente que suscitó protestas en el mundo musulmán.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el lunes que Suecia no podrá contar con el “apoyo” de Ankara después de ese incidente, que se suma al provocado por un video de militantes prokurdos a mitad de enero.
Estas protestas son “un obstáculo” a las candidaturas a la OTAN, dijo el ministro finlandés, quien lamentó que “los manifestantes están jugando con la seguridad de Finlandia y Suecia”. “Mi conclusión es que habrá un retraso (de la autorización de Ankara), que durará hasta las elecciones turcas de mitad de mayo”, en las que Erdogan se juega su reelección como presidente, agregó el canciller finlandés.
Contrariamente, al caso de Suecia, Turquía manifestó en los últimos meses que no tenía objeción a la entrada de Finlandia en la OTAN. Al igual que los 30 miembros de la Alianza, Ankara debe ratificar la entrada de cualquier nuevo miembro en la Alianza Atlántica, lo que de hecho significa que dispone de un derecho de veto.
Helsinki ha venido insistiendo en la necesidad de entrar en el organismo internacional con su vecino sueco. En mayo, ambos países presentaron su candidatura en Bruselas, una iniciativa precipitada por la invasión rusa de Ucrania, que hace temer a ambos territorios por su seguridad.
*Con información de AFP.