Este miércoles Google le dedicó su habitual ‘doodle‘ a los tapabocas que deben usar millones de personas a nivel mundial a causa del nuevo coronavirus. La alusión a este elemento se da justo cuando varios países están adelantando una fase de desconfinamiento, tras meses de detener gran parte de la actividad económica y social que las mueve. Pero para nadie es un secreto que alrededor de los tapabocas ha existido todo tipo de especulación sobre su efectividad para frenar la propagación del virus y su pertinencia para usarlo en actividades como el ejercicio, donde todavía no están claros los efectos que puede causar en la salud si se usa incorrectamente o por un tiempo excesivo.
Con 18‘601.795 positivos para covid-19 en el mundo y 702.045 muertos, los gobiernos con mayor número de casos no escatiman medidas para evitar que la enfermedad siga extendiéndose y, entre las consideraciones, se calcula que más de cuarenta países han exigido a su población el uso del tapabocas de forma obligatoria mientra se halla una vacuna para controlar la pandemia. En el caso de América Latina, el uso ha sido generalizado, incluso en las naciones que tienen a raya el aumento de casos, como Paraguay y Uruguay. En el primero de ellos, la población ha vuelto a salir a las calles desde el pasado 15 de junio y prácticamente cualquier actividad es permitida. Restaurantes y bares volvieron a abrir sus puertas, al igual que los gimnasios y centros comerciales. Esta determinación fue posible debido a que desde el 10 de marzo, fecha en la que se confirmaron los primeros dos contagios importados, se decretó aislamiento preventivo; un día antes de que la OMS tildara al coronavirus como pandemia. Uruguay registra 5.852 casos y 59 muertos, y el Senado aprobó en el mes de julio un proyecto de ley que establece el uso obligatorio del tapabocas en lugares públicos y privados donde se reúnan más de cinco personas.
Por el lado de Uruguay, que ajusta apenas 3,5 millones de habitantes, el uso de la mascarilla es norma desde el 13 de marzo. Pero en su caso, el gobierno no tuvo que decretar confinamiento obligatorio, sino que apeló a la conciencia ciudadana para que las personas se mantuvieran en casa. Ha sido tal el éxito de la actuación temprana de este país que 1.048 de las 1.300 personas contagiadas con covid-19 ya se han recuperado, mientras 37 perdieron la vida. Pese a que la salida victoriosa de estos países obecede a múltiples factores y restricciones contundentes en la llegada del virus, los gobiernos coinciden en que el tapabocas mitiga la propagación para lo que obligatoriamente deben salir de sus casas.
En contraste, Brasil como epicentro del virus en el cono sur, ha quedado en el limbo entre las determinaciones de Jair Bolsonaro, que ni estando contagiado usó con juicio el tapabocas, y las decisiones del Tribunal Supremo de Brasil (STF). Este último, falló el 4 de agosto a favor de la obligatoriedad de usar este elemento de protección en las cárceles donde el hacinamiento hace estragos junto al virus. No obstante, el presidente de ultraderecha no se ha quedado quieto e incita a que los asistentes a iglesias y escuelas no lo usen. Como consecuencia, 2.801.921 brasileños han contraido la enfermedad y 95.819 han muerto. Chile mantiene el uso del cubrebocas, como lo llaman, en el espacio y transporte público y privado remunerado, mientras que Argentina lo exige, además, cuando hay más de dos personas en el vehículo. Vale anotar, que en las últimas horas la nación albiceleste anunció cifras récord de 168 muertos y 6.792 contagios en un solo día. Perú, Bolivia y Ecuador siguen los pasos de Colombia donde cualquier salida a la vía pública implica portar el elemento, aunque hay otras medidas de bioseguridad para evitar mayores contagios. Y, de otro lado, en Venezuela, donde se aplica el sistema 7+7 –una semana de cuarentena y otra de reactivación laboral– se exige que la ciudadanía use el tapabocas en espacios públicos donde no se pueda respetar el distanciamiento social de dos metros. Finalmente, el caso más particular de latinoamérica lo vive Panamá, que desde el 7 de junio levantó la cuarentena total y, como ha sucedido en otros países, se dio un rebrote que llevó al presidente Laurentino Cortizo a instaurar el uso del tapabocas en todo el territorio, priorizando las provincias de Panamá y Panamá Oeste, dos de las diez que tiene el país, donde la propagación tomó fuerza en las últimas semanas de julio. En estos lugares se aplica una especie de ‘pico y género‘ por número de cédulas. ¿Qué dice la OMS sobre el tapabocas? De acuerdo a la última actualización (5 de junio) del protocolo sobre el ‘uso de mascarillas en el contexto de la covid-19‘, la Organización Mundial de la Salud detalla que este elemento cumple una función de protección para personas sanas cuando estas emplean las mascarillas al entrar en contacto con una persona infectada, o para que un infectado no contagie a los demás. Mas hay una aclaración importante en el texto, "sea como fuere, usar mascarilla no basta para lograr un grado suficiente de protección o control de fuentes, de modo que es preciso adoptar otras medidas personales y comunitarias para contener la transmisión de virus respiratorios".
Pero cambiando de escenario, si bien el tapabocas no logra contener al virus en su totalidad, este elemento ha ganado adeptos en Europa en lugares que antes no lo consideraban necesario. El continente sigue siendo la región más afectada por el coronavirus con más de 211.000 muertos y, ante eso, Francia decretó que la población de Bayona, Biarritz, Lille, y 69 municipios del departamento de Mayenne deben usarlo o se exponen a una multa de 135 euros. La capital, París, aún no establece, pero si se incrementa el número de casos, por seguro seguirá los pasos de las demás ciudades. "El virus circula de forma más activa, con una pérdida acentuada de las medidas de distanciamiento y de seguridad: el equilibrio es frágil y en cualquier momento podemos pasar a un escenario menos controlado como en España, por ejemplo", alertó el Consejo Científico francés, el pasado 4 de agosto. La mascarilla será obligatoria también a partir de este miércoles en el famoso Barrio Rojo de Ámsterdam y en los barrios comerciales de Róterdam. El gobierno irlandés, por su parte, decidió prorrogar la última fase de su desconfinamiento, como la reapertura de todos los pubs, bares y hoteles. Igualmente se deberá usar tapabocas en las tiendas y centros comerciales a partir del 10 de agosto.
Vuelve el confinamiento En Filipinas, más de 27 millones de personas en Manila y en cuatro provincias vecinas, es decir la cuarta parte de la población, fueron nuevamente confinadas el martes con apenas 24 horas de preaviso.
En Melbourne, la segunda mayor ciudad de Australia y donde ya se aplicó un toque de queda nocturno desde el domingo, todos los comercios no esenciales estarán cerrados desde el miércoles a medianoche. *Con información de AFP