Las coyunturas europeas y mundiales tienen puestos los ojos en lo que ha estado ocurriendo en Rusia en los últimos días, luego que el Grupo Wagner se rebelara contra el Gobierno de Vladimir Putin. La Otan se refirió al respecto.
La guerra en Ucrania tiene un nuevo capítulo, a casi año y medio del inicio de hostilidades por parte del ejército ruso de Vladímir Putin. Esta vez fue por las declaraciones del jefe mercenario ruso del grupo paramilitar Wagner, Yevgeny Prigozhin, quien dijo el 23 de junio que la versión oficial respaldada por el Kremlin de por qué Moscú invadió Ucrania se basaba en mentiras inventadas por los altos mandos del ejército.
Durante meses, Prigozhin ha estado acusando gravemente al ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, y al máximo general de Rusia, Valery Gerasimov, de ser totalmente incompetentes para su cargo.
Sin embargo, ese viernes rechazó por primera vez las principales justificaciones de Rusia para invadir Ucrania el 24 de febrero del año pasado, en lo que Putin y sus aliados han calificado como una “operación militar especial”.
Las polémicas declaraciones del general marcan una ruptura entre el ejército prorruso y el Kremlin. “El Ministerio de Defensa está tratando de engañar a la sociedad y al presidente y contarnos una historia sobre cómo hubo una agresión loca de Ucrania y que planeaban atacarnos con toda la Otan”, dijo Prigozhin en un videoclip difundido en Telegram, así como calificó el relato de ser una “hermosa historia”.
“La operación especial se inició por diferentes razones. La guerra era necesaria para que Shoigu se convirtiera en mariscal y pudiera obtener una segunda medalla de ‘Héroe de Rusia’. La guerra no era necesaria para desmilitarizar o desnazificar Ucrania”, contó en el video difundido también a través de redes sociales que ha generado un gran rechazo contra el Kremlin.
Finalmente, declaró que “la guerra había sido necesaria para adquirir bienes materiales para dividir entre la élite gobernante de Rusia”. Prigozhin es el líder más destacado de la milicia prorrusa privada Wagner, la cual estuvo al frente de la captura de la ciudad ucraniana de Bakhmut el mes pasado y ha sido un bastión clave para las conquistas rusas en tierras ucranianas.
Sobre todo este panorama, la Otan se refirió. El secretario general, Jens Stoltenberg, aseguró el 26 de junio que la revuelta del grupo mercenario obligó a Moscú a poner sus fuerzas militares en máxima atención. Sin embargo, declaró que la rebelión se da como consecuencia de un error estratégico de Putin en medio de la invasión a Ucrania.
“Seguimos de cerca la situación en Rusia. Los acontecimientos del fin de semana son un asunto interno de Rusia y una demostración más del gran error estratégico que cometió Putin con su anexión ilegal de Crimea y la guerra contra Ucrania”, indicó Stoltenberg.
En esa línea, el funcionario reiteró el respaldo que se le ha hecho a Ucrania en medio de esta situación. Con la rebelión del Grupo Wagner, con más creces se requiere el apoyo. “Su lugar está en la Otan”, afirmó.
Del mismo modo, le extendió nuevamente la invitación a Ucrania de hacer parte de la organización política internacional, para que sea un país aliado y tenga más fortaleza con las otras naciones.
Por su parte, la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, declaró: “Todavía no está claro lo que está sucediendo. Y digo muy claramente lo que está sucediendo y no lo que ha sucedido, porque se trata solo de un acto en el espectáculo ruso. Vemos las devastadoras consecuencias de la guerra de Rusia en el sistema de poder de Putin”.
La diplomática también señaló que es importante mantener bajo monitoreo constante la situación, debido a que Rusia no puede conllevar a una inestabilidad política, especialmente por ser una potencia nuclear.