Francia registró el miércoles 13 de julio una ola de calor extremo, la segunda en apenas un mes, con temperaturas superiores a los 30 °C en gran parte del país e incendios forestales. Según los científicos, existe una relación directa entre las olas de calor y el cambio climático, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero aumentan su intensidad, duración y frecuencia.
La ola de calor que se instaló en Europa occidental “afecta principalmente a España y Portugal, pero está previsto que se intensifique y extienda”, declaró en Ginebra Clare Nullis, portavoz de la Organización Meteorológica Mundial. Estas temperaturas extremas producen “sequías” e impactan a los “glaciares en los Alpes”, advirtió la vocera.
En Francia, la ola de calor durará al menos hasta inicios de la próxima semana. En el suroeste del país se esperaban temperaturas de hasta 39 °C. Dos incendios, activos desde el martes, calcinaron ya 2.800 hectáreas de bosques en la región de Burdeos (suroeste).
El segundo se declaró cerca de la turística Duna de Pilat, una de las mayores de Europa, cerrada al público. Las llamas consumieron unas 1.250 hectáreas de viejos pinos, según las autoridades. “Los dos incendios están avanzando y aún no se han logrado controlar”, dijo un portavoz del servicio de incendios. La primera ministra, Elisabeth Borne, urgió a su gobierno a movilizarse frente al “rápido impacto” del calor “en la salud de la población, en particular de los más vulnerables”.
Las altas temperaturas también complicaron la tarea de los bomberos que luchan en Gironda (suroeste) contra dos incendios forestales que ya han quemado cerca de 4.000 hectáreas, incluso cerca de la muy turística duna del Pilat, cuyo acceso ha sido cerrado “hasta nuevo aviso”.
Por temor a provocar nuevos incendios, se prohibieron los fuegos artificiales, privados o públicos, con ocasión del 14 de julio, la fiesta nacional francesa, hasta el lunes por la noche en Gironda y en el departamento vecino de las Landas.
Más países europeos afectados por la ola de calor
Con el termómetro por encima de los 40 °C, Portugal sufrió un calor agobiante. Una persona murió en un incendio en la región de Aveiro (norte), según los servicios de emergencia. El centro del país sigue siendo la zona más afectada por los incendios forestales, que volvieron a activarse el martes por la tarde debido al calor y el viento.
El miércoles 13 de julio en la mañana, cuatro grandes incendios movilizaron a más de 1.500 bomberos en los municipios de Leiria, Pombal y Ourém, a poco más de 100 km de Lisboa. “Portugal está viviendo un periodo de máximo riesgo de incendios, y por desgracia en muchos frentes”, publicó en Twitter el primer ministro, Antonio Costa. El país aún tiene presente en su memoria los devastadores incendios de 2017, que causaron la muerte de unas 100 personas.
En España, el incendio más preocupante devastó ya al menos 4.000 hectáreas en una zona montañosa entre las regiones de Extremadura y Castilla y León, no muy lejos de Portugal. En Italia y Croacia se han producido varios incendios de menor envergadura, según el sistema europeo Copernicus.
*Con información de AFP.