En medio de la guerra que se disputa en territorio ucraniano desde hace aproximadamente 16 meses, cuando el Kremlin dispuso el despliegue de sus tropas en territorio de su país vecino, las tensiones no han cesado para el gobernante local, Volodimir Zelenski, quien, según los medios internacionales se encuentra ‘intranquilo’ por lo recientemente acaecido entre el grupo de paramilitares proruso Wagner, y el gobierno central de Rusia.
Si bien el hecho se trató de un intento de sublevación que terminó con un acuerdo en el que el gobierno ruso no emprendería acciones ni cargos por rebelión en contra de los miembros de Wagner si estos se reintegran a la lucha o si se van para Bielorrusia, el escenario no es del todo claro para el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien ha ordenado que, ante el desplazamiento de dichas tropas a territorio bielorruso, se pueda reforzar la seguridad en la línea que divide a Ucrania con Bielorussia, el principal aliado de Rusia.
La orden de reforzamiento de la seguridad en la frontera se conoció este viernes, advirtiendo que la decisión se derivó de una orden expresa de del Estado Mayor del Ejército de Ucrania en cabeza del comandante en jefe Valeri Zaluzhni y el general Serguii Nayev, siguiendo lineamientos del propio Zelenski.
El hecho trascendió a medios internacionales a través de la misma información que se revela por parte de las oficinas de prensa oficiales de las autoridades ucranianas a través de Telegram.
En medio de los informes revelados por la prensa internacional, se ha referido que la decisión de Zelenski de ordenar el reforzamiento de la frontera, a la vez se ha derivado de informaciones que han sido allegadas al dirigente por parte de agentes de inteligencia que advierten movimientos al interior de Bielorrusia, que eventualmente podría derivar en contraataques contra Ucrania.
Si bien este mensaje se conoció este viernes, va en concordancia con algunas acciones y anuncios hechos en días atrás por el mismo Zelenski, quien había advertido la necesidad de tomar medidas frente a la movilidad de tropas rusas y prorrusas, y lo que ello podría representar tácticamente.
El movimiento del grupo Wagner a Bielorrusia responde a un acuerdo especial que realizó su máximo líder con el gobierno Putín, cuyos detalles fueron a su vez revelados por el propio presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenko, quien precisó que los soldados o combatientes Wagner fueron obligados a elegir entre el asilo, unirse al ejército regular o regresar a la vida civil entregando el armamento pesado al Ministerio ruso de Defensa.
Pese a que a presencia de los agentes y milicianos de Wagner en Bielorrusia se ha explicado bajo la modalidad de ‘asilo’, un hecho que genera controversia y que no entrega paz a Ucrania, es que recientemente el mismo Lukashenko advirtió que “el ejército bielorruso se beneficiará de la “experiencia” de los mandos de Wagner”, con lo que se entiende que estos seguirán capacitando o apoyando acciones bélicas.
Este contexto además se suma a un temor que ha mantenido el gobierno de Ucrania desde hace varios meses debido a la cercanía entre Bielorrusia y Rusia, advirtiendo que teme que repentinamente se origine un ataque a su país desde Bielorrusia, más aún sabiendo que este país alberga tropas rusas.
Este sábado, 1 de julio, se espera que llegue a Ucrania el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez quien asume desde esa fecha la presidencia del Consejo Europeo, y quien advirtió que como primer acto de su presidencia pro tempore, de 6 meses, adelantaría una reunión con su homólogo ucraniano para reiterar el compromiso y el respaldo del Consejo Europeo con el gobierno de Kiev.