El mundo mantiene su atención en Oriente Medio y cómo el conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás ha cobrado la vida a cientos de personas, muchas de ellas civiles. Desde las Naciones Unidas (ONU) hasta organizaciones como Amnistía Internacional y múltiples países se han mostrado consternados por los ataques.
En suelo israelí, pero también en la Franja de Gaza, las imágenes han causado un sinnúmero de reacciones, pues el dolor de la población civil en un conflicto sin aparente salida cercana sigue replicándose. No son pocos los testimonios de quienes han vivido directamente las hostilidades y perdido todo, incluyendo a sus familias.
A más de diez días de choques, la ONU elevó una preocupante alerta al afirmar que en Gaza solo queda comida en las tiendas para los próximos cuatro o cinco días. Una de las primeras respuestas de Israel tras la ofensiva de Hamás fue anunciar un bloqueo en dicha zona que restringe aún más el acceso a alimentos y otros servicios básicos.
El llamado de Naciones Unidas
El Programa Mundial de Alimentos (PMA), adscrito a la ONU, advirtió sobre ese límite de comida y el peligro al cual, por esa razón, se encuentra sumida más de un millón de personas. No es la primera vez que dicho organismo pone su atención en los impactos del conflicto sobre Gaza.
“En las tiendas, las reservas son de algunos días, tal vez cuatro o cinco días”, apuntó a medios de comunicación Abeer Etefa, una vocera del PMA, mientras permanece ‘estancado’ un acuerdo para la entrada de ayuda humanitaria.
“A las tiendas les está resultando extremadamente difícil reabastecer sus almacenes” en el norte de la Franja, donde se calculan 2.750 muertos, explicó la funcionaria. A la fecha, se estima que unas 1.400 personas han muerto en suelo israelí desde la arremetida de Hamás, una cifra conformada mayoritariamente por civiles que incluyen a menores de edad.
Mientras la escasez de suministro ‘permea’ la situación en Gaza, son miles los desplazados que se dirigieron al paso fronterizo de Rafah con Egipto, cuyo fin no es otro diferente al escapar de la guerra; sin embargo, no ha sido una tarea ‘sencilla’. Esa zona permanece cerrada, obstaculizando a su vez la asistencia humanitaria.
Panorama en la Franja de Gaza
“Creo que todo el mundo sigue esperando que podamos entrar”, dijo Etefa (del PMA) al destacar que las personas con mayor necesidad de asistencia están “a unos pocos kilómetros”, pero sin facilidad para acceder a dichos envíos.
Desde ese organismo, el llamado a permitir la entrada asistencial también lo hizo la directora para Oriente Próximo Corinne Fleischer. En un comunicado, la funcionaria pidió acceso de forma “inmediata (...) y no solo una vez. Necesitamos un acceso mantenido”, pues “cada día que pasa hay más gente al borde de la inanición”, advirtió.
El Programa Mundial de Alimentos ya ha entregado asistencia entre más de medio millón de personas, pero su objetivo es elevar el número a unos 800.000 palestinos tanto de Gaza como de Cisjordania. No obstante, para alcanzar ese fin en los próximos tres meses el organismo requiere, como mínimo, 74 millones de dólares.
Hace dos días, la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) ya había advertido de una “catástrofe humanitaria inédita” si continuaba el bloqueo. Al respecto se pronunció el jefe de esa entidad, Philippe Lazzarini.
“Ni una gota de agua, ni un grano de trigo, ni un litro de combustible fue autorizado a entrar a Gaza en los últimos ocho días”, aseveró Lazzarini en rueda de prensa.
*Con información de la AFP y Europa Press.