Las tensiones por el conflicto en Europa del este siguen aumentando de nivel. Japón anunció este viernes 26 de mayo que aplicará sanciones adicionales contra Rusia, de acuerdo con los compromisos de los países del G7 durante la cumbre de Hiroshima celebrada el fin de semana pasado.
Tokio congelará los activos de 17 ciudadanos y 78 organizaciones rusas, y prohibirá exportar bienes y servicios a 80 entidades rusas, precisó el vocero del gobierno, Hirokazu Matsuno.
Las restricciones a la exportación afectan a productos destinados a compañías rusas vinculadas al complejo militar-industrial del país, así como también a servicios de construcción e ingeniería.
Estas medidas tienen lugar cuando otros territorios del G7 intensificaron también sus sanciones contra Moscú, a más de un año desde que comenzó la invasión en su vecino país.
Japón “condena” la intención de Rusia de enviar armas nucleares tácticas a Bielorrusia y llama a esos dos países a “cesar tales acciones que agravarían las tensiones”, agregó Matsuno.
En la jornada anterior se conoció que Moscú comenzó a transferir ojivas nucleares a Bielorrusia, según afirmó el propio presidente, Alexander Lukashenko, aliado de su par, Vladimir Putin.
Un anuncio que agudiza las tensiones
La oposición bielorrusa calificó el anuncio de Lukashenko de aceptar el despliegue de arsenal nuclear como una amenaza “para Ucrania y para toda Europa”.
Lukashenko, quien se pronunció en el marco de una cumbre regional en Moscú, indicó que su homólogo ruso, Vladimir Putin, le comunicó que ya había firmado el decreto para el envío de las ojivas, aunque no detalló si los proyectiles ya estaban o no en su nación.
“La transferencia de armas nucleares ha empezado”, afirmó el jefe de Estado en respuesta a un periodista.
Moscú anunció dos meses antes que desplegaría ese tipo de armamento, lo que alimentó el temor a una escalada en el conflicto con Ucrania y desató cuestionamientos de la comunidad internacional.
“Esto no solo pone en peligro la vida de los bielorrusos, sino que también crea una amenaza para Ucrania y para toda Europa”, afirmó este jueves en Twitter la opositora en el exilio Svetlana Tijanóvskaya.
Grupo Wagner entregó posiciones
El anuncio se produjo en la misma jornada en la cual el grupo paramilitar ruso Wagner comenzó a traspasar al ejército ruso sus posiciones en la ciudad de Bajmut (blanco de extensas batalllas), de la que afirma haber tomado el control tras meses de combates.
La viceministra ucraniana de Defensa, Ganna Maliar, señaló que los militares de Wagner cedieron posiciones a las tropas regulares “en la periferia de Bajmut”, pero que siguen en la ciudad.
Maliar añadió que los soldados ucranianos aún controlan un suburbio al suroeste de esa zona.
El jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, admitió esta misma semana que unos 10.000 de los 50.000 presos reclutados en las cárceles rusas murieron en Ucrania, donde se encontraban en primera línea en la batalla para ‘conquistar‘ esa ciudad.
La entrega de posiciones se conoce en un momento en que el ejército está en dificultades en los flancos de Bajmut. Según Kiev, las tropas adversarias perdieron 20 kilómetros cuadrados al norte y al sur de la ciudad en el este de Ucrania.
Combatientes procedentes de ese país adelantaron una incursión en la región rusa de Belgorod.
La operación fue reivindicada por dos grupos rusos que combaten en el bando ucraniano, cuyos dirigentes han sido identificados como figuras de la nebulosa ultraderechista rusa.
Estas maniobras y proclamas en el marco de conjeturas sobre una inminente contraofensiva ucraniana para recuperar territorios tomados por las tropas de Vladimir Putin desde que se agudizó el conflicto, en febrero de 2022.
*Con información de AFP.