El presidente de la Unión Africana y de Senegal, Macky Sall, pidió este viernes al presidente ruso Vladimir Putin que “tome conciencia” de que los países africanos son “víctimas” del conflicto en Ucrania, amenazados por una posible crisis alimentaria mundial.

“Vine para pedirle que tome conciencia de que nuestros países son víctimas económicas de estas crisis”, declaró Sall en Sochi (sur de Rusia) al inicio de su reunión.

Las Naciones Unidas temen un “huracán de hambrunas”, ya que los barcos de grano no pudieron salir de los puertos ucranianos por el conflicto, y que esta crisis afecta sobre todo con los países de África, que importan más de la mitad de su trigo de Ucrania y Rusia.

Esto situó el precio de los cereales y los aceites por encima de los alcanzados en la primavera árabe en 2011 y en las revueltas del hambre en todo el mundo en 2008.

Sall señaló que los Estados de África sufren las consecuencias de la ofensiva rusa en Ucrania a pesar de que “la mayoría de los países africanos evitaron condenar a Rusia” en las dos votaciones en la ONU.

Además, Sall explicó que la tensión alimentaria provocada por el conflicto se vio agravada por las sanciones de las potencias occidentales que afectan a la cadena logística, comercial y financiera de Rusia.

Según el presidente senegalés, estas provocaron que África “no tenga acceso a los cereales que vienen de Rusia, ni a sus fertilizantes”. Por lo que pidió que el sector alimentario quede “fuera de las sanciones”. Vladimir Putin, por su parte, no abordó el tema durante la comparecencia pública previa a la reunión.

Nuevas sanciones a Rusia

De otro lado, la Unión Europea (UE) adoptó formalmente su sexto paquete de sanciones contra Rusia, que incluye un embargo progresivo sobre la mayor parte de sus importaciones de petróleo ruso, después de semanas de intensas negociaciones con Hungría.

Los documentos del paquete de medidas fueron publicados en el Diario Oficial de la UE precisamente al cumplirse 100 días del inicio de las hostilidades militares rusas contra Ucrania.

El paquete remueve al mayor banco ruso, Sberbank, del sistema interbancario Swift -una pieza esencial para procesar pagos y transferencias internacionales- y amplía la lista de personas y entidad rusas sancionadas.

Entre las personas sancionadas se destaca el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, y su familia. Finalmente, veta las transmisiones de tres cadenas de TV rusas (Rossiya RTR, Rossiya 24, y TV Centre International) en el espacio de la UE.

También incluye en la lista negra europea a la exgimnasta Alina Kabaeva, a quien se atribuye una proximidad con el líder ruso, Vladimir Putin, negada por el Kremlin. En cambio, también por presión de Hungría, la UE retiró la propuesta de incluir entre los sancionados al líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el patriarca Kirill.

La propuesta original de la Comisión Europea establecía un embargo total de las compras europeas de petróleo ruso hasta el fin de este año, pero la idea se estrelló contra la firma oposición de Hungría, que temía por su seguridad energética.

La salida fue limitarlo inicialmente al petróleo que llega a la UE por vía marítima, excluyendo así el oleoducto que abastece a Hungría, en un paso que afecta más de dos tercios de las compras europeas de crudo ruso.

Además, Alemania y Polonia se comprometieron a renunciar aún este año a la parte de sus importaciones de crudo que llega por oleoducto, y de esa forma la UE estima que afectaría hasta el 90% de las importaciones petroleras provenientes de Rusia.

*Con información de Europa Press y AFP.

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