Este viernes 2 de junio, a través de sus redes sociales, se conoció un contundente pronunciamiento por parte del presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, quien anunció a sus connacionales que, pese a los ofrecimientos que ha recibido para volver a postular su nombre como candidato presidencial a las elecciones del mes de agosto, ha decidido declinar a tal, dando un paso al costado.
“Lo hago con profundo amor por la democracia y por respeto a ustedes, los ciudadanos”, sentenció el mandatario, quien recientemente invocó una medida constitucional prevista en su país, conocida como la muerte cruzada que dispone la disolución del Parlamento, pero también el llamado a unas nuevas elecciones generales, lo que supone también su salida del primer cargo de Ecuador.
En su intervención, Lasso recordó que al momento de decretar la disolución del Parlamento, y su correspondiente salida de la presidencia de Ecuador, afirmó que este mecanismo representaba “devolver a los ciudadanos el poder de elegir un nuevo presidente y una nueva Asamblea Nacional”.
Con miras al relevo de poder, después de las elecciones previstas para el 20 de agosto de 2023, Lasso prevé que deberá salir del poder en aproximadamente seis meses, y con concordancia, se comprometió a ‘trabajar el doble’ por los ciudadanos de su país; “por su bienestar y su prosperidad”.
En su discurso, difundido a través de un breve mensaje en video a través de las redes sociales, Lasso afirmó que lo que estaba previsto a desarrollarse de acuerdo a un proyecto al que le restaban dos años en el poder, deberá ser desarrollado al término de los restantes seis meses.
La medida de la muerte cruzada, tomada en el marco de un proceso de control político que se adelantaba en contra de Lasso en el Parlamento de su país, se conoció el pasado 17 de mayo, y supone el llamado a elecciones para la renovación del Parlamento y la elección de un nuevo presidente.
Tras el decreto de muerte cruzada por parte de Lasso, dicha medida pasó a revisión y aprobación por parte de la Corte Constitucional de su país, dando a su vez vía libre para que las autoridades electorales pusieran en marcha el diseño y aprobación del nuevo calendario electoral.
La decisión de Lasso, en su momento, se presentó luego de que el mandatario, señalado de casos de corrupción en el poder, se declarara como inocente ante los parlamentarios de su país, en una medida que si bien recordó lo ocurrido en el mes de diciembre en Perú con la decisión de Pedro Castillo de disolver el Congreso, y la aprobación de este último de una moción para destituirlo, realmente distan mucho, en tanto, en el caso ecuatoriano, dicha medida de la ‘muerte cruzada’ sí hace parte del ordenamiento constitucional.
Mientras Lasso ha salido a Twitter a confirmar su no participación en las elecciones de agosto, otros partidos, sobre todo de oposición, han comenzado sus disputas internas para definir candidatos a las elecciones.
De momento, una de las candidaturas que mayor atención centra, es la del partido indígena Pachakutik, nominación que está en disputa entre los candidatos Leonidas Iza y Salvador Quishpe.
A su turno, en la Asamblea de Ecuador, se cose una ola de insatisfacción por parte de los exfuncionarios, quienes denunciaron que aún se encuentran a la espera de sus respectivas liquidaciones tras la disolución del Parlamento; una situación que está medida por una respuesta entregada por el Ministerio de Finanzas de Ecuador, entidad que advirtió que dichas compensaciones y liquidaciones no se han hecho efectivas por cuestiones de burocracia.