Ocho cadáveres fueron encontrados en los últimos cuatro días en fosas clandestinas descubiertas en una reserva ecológica del turístico puerto mexicano de Acapulco (sur), informó este viernes la organización Memoria, Verdad y Justicia.
“Son ocho cuerpos que se han bajado del cerro” del Parque Nacional El Veladero entre el lunes y el jueves pasados, dijo Socorro Gil, presidenta de la agrupación, en conferencia de prensa ofrecida en el Muro de la Memoria de Acapulco.
El hallazgo ocurre tres semanas después de la desaparición, en esa misma ciudad costera, de siete personas que fueron raptadas el 1 de septiembre de un centro de rehabilitación, aunque ni la organización ni autoridades locales vincularon ambos eventos.
El colectivo informó que peritos de la fiscalía del estado de Guerrero, donde se ubica Acapulco, y personal de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) participaron de las pesquisas hasta el jueves, pero no se presentaron este viernes para continuar los trabajos, generando preocupación entre las activistas.
Gil, madre de Jhonatan Guadalupe Romero, detenido y desaparecido presuntamente por policías municipales el 5 de diciembre de 2018, exigió a las autoridades no detener las búsquedas y excavaciones en esa área.
“Voy a seguir buscando, no me voy a mover de ese lugar, hasta que no lleguen las autoridades correspondientes (...) hasta que estemos seguras de que no hay más víctimas allí”, denunció la activista, acompañada de otros familiares de desaparecidos.
En Guerrero, un estado convulsionado por la presencia de violentos grupos del crimen organizado en constante pugna por control de territorios, existen 4.171 casos de personas desaparecidas, según datos de la CNB.
Motivados por la desesperación y la falta de resultados en las investigaciones, los familiares buscan de propia cuenta a sus seres queridos, usualmente en lugares inhóspitos, adonde acuden con picos y palas, a veces acompañados por autoridades.
Son estas organizaciones las que suelen indicar a las autoridades la ubicación de las fosas clandestinas, donde los narcotraficantes suelen enterrar a sus víctimas, a raíz de pistas que reciben de manera anónima.
En México más de 420.000 personas han sido asesinadas y 111.500 desaparecidas, la mayoría desde 2006, cuando se militarizó la lucha antidrogas. El gobierno mexicano contabilizó, entre diciembre de 2018 y junio de 2021, la existencia de 1.749 fosas clandestinas con restos humanos en el país, pero reportes de medios locales indican que la cifra ya supera las 2.700
La barbarie contra cinco amigos sume en el terror a una ciudad mexicana
Unas manos impresas con sangre en la pared han quedado como huella de barbarie en una casa de Lagos de Moreno, México, donde cinco jóvenes, amigos de la infancia, fueron torturados y presuntamente asesinados por sicarios del narcotráfico.
Tres semanas después del hecho, Dante, Diego, Jaime, Roberto Carlos y Uriel siguen desaparecidos.. Mientras, los criminales parecen lograr su cometido: la ciudad vive una psicosis que trunca la vida y envalentona a delincuentes que vigilan cada rincón.
“Mantenemos la ilusión de que nos regresen el cuerpo para darle cristiana sepultura”, dice resignado Armando Olmeda, padre de Roberto Carlos, estudiante de ingeniería industrial de 20 años, aficionado al box y quien planeaba migrar a Canadá.
Pero el caso de los cinco amigos secuestrados el 11 de agosto mientras departían, como de costumbre, en un mirador del barrio obrero de San Miguel causó conmoción porque el martirio fue difundido en una foto y un video.
Crematorios clandestinos
Con una pujante industria láctea y plantas de gigantes como Nestlé, Lagos es clave al conectar con estados como Aguascalientes, Guanajuato y Zacatecas, donde los cárteles están entronizados.
A pocas cuadras del lugar de la tragedia, una rústica ladrillera permanece acordonada luego de que el 21 de agosto la fiscalía anunciara el hallazgo de restos óseos. “El proceso (de identificación) es complicado” porque están “afectados por la combustión”, declaró el fiscal estatal, Joaquín Méndez.
Nervioso, sin fijar la mirada, un poblador asegura que en los hornos de algunas ladrilleras “incineran” cuerpos. Dice haber visto dos hace nueve meses.
Jalisco es el estado con más desaparecidos: casi 15.000 del total nacional, la mayoría desde 2006, cuando se militarizó la lucha antidrogas y la tasa de homicidios se triplicó hasta 25 casos por 100.000 habitantes actualmente.
Alegando inacción de las autoridades, familiares buscan a sus desaparecidos con picos y palas y sorteando peligros en municipios como Tlajomulco, donde este año han encontrado centenares de cuerpos.
José Servín, quien busca a su hijo Raúl desde 2018, clava una varilla y verifica si huele a cadáver en una casa abandonada. Desafía a autoridades que prohibieron dichas excavaciones en julio, tras un atentado que mató a seis personas en ese suburbio de Guadalajara, capital estatal.
Con información de AFP*