La Biblia ha representado a lo largo de los años las diferentes creencias y creaciones que son base para la religión de miles de personas. Además, el libro ha sido fuente de debate entre los creyentes más fervientes y los científicos que buscan dar explicación a todos los fenómenos que se han presentado en el transcurso de la historia.
Durante las últimas décadas los científicos se han puesto en la tarea de argumentar diferentes situaciones que los religiosos aducen únicamente al poder de Dios. Por otro lado, los más creyentes dicen que estas situaciones no deben ser explicadas por ningún estudio ni cálculo matemático.
A pesar de esto, un reciente descubrimiento arqueológico ubicado en Jerusalén puede ser una de las primeras pruebas de veracidad sobre uno de los relatos escritos en la Biblia.
Los investigadores han logrado demostrar que un pasaje de la Biblia en el cual se narra la construcción de la antigua muralla de Jerusalén es históricamente exacto y ocurrió en los tiempos y plazos en los que fue descrita en los libros sagrados.
El descubrimiento confirmaría el proceso de construcción del muro y los tiempos en los que fue creado. Por otro lado, se ha confirmado que la muralla fue construida durante el reinado de Uzías dejando atrás diferentes investigaciones científicas que aducían que la construcción de la muralla había sido varios años después bajo el mandato de otro monarca.
Este descubrimiento se realizó gracias a un gran terremoto que se dio en Israel hace algunos años, el cual dio la entrada cientos de científicos que lograron demostrar que los relatos bíblicos sobre el rey Uzías y la muralla de Jerusalén sí cumplían con lo descrito en las citas bíblicas
Para encontrar este nuevo descubrimiento, los investigadores utilizaron nuevas técnicas de datación, las cuales permitieron dar unas fechas exactas y lograr una congruencia entre lo que dicen los expertos de la arqueología y los textos bíblicos.
Cuando los científicos anunciaron el reciente descubrimiento, la primera pregunta que se les hizo a los mismos fue las razones por las cuales la ciencia tardó tanto tiempo en confirmar este relato bíblico si era de uno de los más palpables.
Los expertos arqueólogos señalaron que las limitaciones técnicas que se tenían hace algunos años no los dejaban cerrar el margen de error que estaba entre los 200 y 300 años de antigüedad. Los métodos con los que se contaba en las últimas décadas dificultaban encontrar no solo la ubicación de la muralla, sino los tiempos de construcción y los métodos utilizados por los fabricantes.
Gracias a las últimas innovaciones que ha brindado la ciencia al campo de la arqueología se han podido realizar análisis en campo, los cuales determinan con esa actitud fechas y períodos debido al desgaste de las fibras.
Una vez finalizó la etapa de rescate, se dio inicio a la etapa de laboratorio, donde se verificó, limpió y analizó todo el material. La excavación arqueológica se realizó en un área de aproximadamente dos hectáreas, limitada exclusivamente al área de intervención de la construcción de la vía. Desde el comienzo, el yacimiento arqueológico llamó la atención tanto por su extensión como por la diversidad y cantidad de evidencias arqueológicas recuperadas.
Se espera que los próximos años diferentes investigaciones permitan comprobar los relatos bíblicos y reducir la brecha y la lucha entre los científicos y los creyentes de la Iglesia católica.