Increíble pero cierto: El drama de la familia real británica a causa de la rebeldía del príncipe Harry, duque de Sussex, ahora salpica al gobierno de Estados Unidos.
Como se recuerda, el príncipe se trasladó a vivir a ese país en 2020 junto con su esposa estadounidense Meghan Markle y su hijo Archie, tras su publicitada trifulca con la familia real. Desde entonces, residen en una mansión de 14 millones de dólares en el exclusivo sector de Montecito, refugio de los millonarios y estrellas de Hollywood en California.
En principio, no se presentó nunca un cuestionamiento sobre el proceso de entrada del hijo de Lady Di al país, salvo las complicaciones con su seguridad, las cuales, él ahora paga de su propio bolsillo.
Sin embargo, este año el duque público su libro de memorias, Spare, (traducido al español como En la sombra), que batió un récord como el más vendido en su lanzamiento.
Por varios días, fue noticia en todo el planeta el grado de sinceridad de Harry al hablar de aspectos de sus vida privada, como su iniciación en el sexo, o de su familia, como las costumbres matutinas de su padre, el rey Carlos III.
Escandalizó, así mismo, su recuento de cómo su hermano, el príncipe William, heredó al trono, lo dejó tendido en el piso de un golpe, molesto por su compromiso matrimonial con Meghan.
Capítulo aparte fueron sus confesiones con respecto a las drogas alucinógenas.
A los 17 años, consumió por primera vez cocaína. Por la época del escándalo de su disfraz de nazi, estaba enganchado con la marihuana, la cual seguía fumando después de conocer a Meghan, en 2016.
Y para aliviarse de los problemas emocionales fruto de la pena no superada de la muerte de su madre, había acudido a los hongos alucinógenos y al yagé.
Todo este relato dejó boquiabierto a los espectadores desprevenidos, pero no faltaron los cronistas detallistas que dijeron: ‘y a todas estas, ¿Harry le contó todo eso al gobierno cuando fue a pedir su visa para vivir en Estados Unidos?’.
La pregunta es válida debido a las estrictas leyes del país con respecto a las sustancias ilícitas.
De acuerdo con el Daily Mail, los funcionarios de inmigración pueden negarle la entrada al país a un extranjero que haya tenido relaciones con drogas ilícitas, así no haya sido ni arrestado ni condenado por ello, lo cual, podría ser el caso del príncipe, para algunos.
Pues bien, teniendo en cuenta esa y otras premisas, Heritage Foundation un think tank conservador con sede en Washington, demandó al gobierno para aclarar en qué circunstancias se dio el visado de Harry.
La entidad quiere saber si él fue franco cuando le preguntaron si consumía drogas o lo había hecho en el pasado.
Específicamente, la demanda solicita que se abran los expedientes de los trámites de Harry para obtener la visa.
Por supuesto, los tabloides británicos se están frotando las manos, conocedores de la conmoción que causa cualquier cosa que se diga de él en primera plana. Con más razón si la información envuelve un tema tabú como las drogas.
No obstante, todavía faltan algunos días para saber cómo terminará este caso, que se ventila en una corte de Washington, donde se programó una audiencia para el próximo 6 de junio. Como quiera que sea, pondrá al príncipe de nuevo en las primeras planas.