La compra de esta casa, de 14 millones de dólares y 9 habitaciones en uno de los puntos más exclusivos de California, no dejó dudas de que los duques de Sussex hablaban en serio cuando dijeron que querían llevar una vida totalmente independiente de la familia real británica.
Si muchos en el mundo no sabían de Montecito, y de que allí viven otras celebridades como Oprah Winfrey, Gwyneth Paltrow o Katy Perry, entre muchas otras, se acostumbraron a oír hablar de él desde aquel 2020 en que la pareja compró esta típica casa californiana.
En la prensa británica, que no termina de perdonarle a Harry que se le rebelara a la monarquía y la haya atacado tan duramente, cada vez que se le quiere ridiculizar, se asegura que ha dejado de ser un príncipe británico para convertirse el “el príncipe de Montecito”.
En fin, el lugar se volvió un símbolo de la historia de Harry y Meghan, pero ello puede estar a punto de llegar a su fin, si es cierto un reporte del tabloide londinense Express, de acuerdo con el cual los esposos están pensando seriamente en mudarse de casa.
Una fuente le aseguró al periódico que, desde hace semanas, ellos han estado viendo residencias en Malibú, un sector no menos glamuroso de la soleada California, aunque allí los archifamosos y las grandes fortunas comparten espacio con residentes de clase media.
¿Se aburrieron los Sussex de Montecito? Al parecer, no, pero sí están buscando una solución de vivienda que se adapte más a sus nuevos planes, luego de una racha no muy favorable en los negocios.
Como se recuerda, perdieron el contrato de 40 millones de dólares con Spotify, no han hecho nada nuevo para Netflix y hasta se han visto afectados por la huelga de escritores y actores de Hollywood.
Ahora, precisamente, el plan de Meghan es retomar su carrera en la meca del cine y por eso ella y su esposo necesitan una residencia que les quede más cerca de Los Ángeles. En ello, Malibú es una gran opción, con playa además.
Mientras que de Montecito a esa ciudad el viaje demora una hora y 45 minutos, el trayecto desde Malibú se reduce a 44 minutos.
En cuanto a relaciones públicas, parece que esta ciudad playera es una gran opción, pues estarían buscando los amigos que no hicieron en Montecito, donde, se dice, la propia Oprah ha dejado de invitarlos a su casa, como sucedió en su reciente cumpleaños, luego de que parecían tan cercanos, al punto que le ellos le concedieron aquella explosiva entrevista.
Los planes aún están muy en pañales, dijo también en el Express, pues no está claro si el hijo del rey Carlos III y su esposa pretenden deshacerse de la casa de Montecito y comprar otra, o conservarla y adquirir una adicional.
De todos modos, la fuente del diario afirma que Meghan tiene todas las esperanzas puestas en la agencia de talento William Morris Endeavor, WME, la cual está dispuesta a reinventarla y convertirla en una marca poderosa.
El contrato con esa firma, dijo el biógrafo de la realeza, Christopher Andersen, es un paso para convertirse en una jugadora con poder en el mundo del glamour, la pantalla grande y la ostentación.
“Si Meghan no termina siendo la anfitriona de un talk show sería una sorpresa. Ella es muy adecuada para ese rol en particular. Fácilmente, puedo verla persiguiendo un camino similar al de Oprah Winfrey en los medios: un show, una revista, produciendo y dirigiendo”, remató el autor del libro The King, en entrevista para Fox News Digital.