El gobierno de Afganistán perdió la lucha por el país contra los talibanes antes de lo que esperaban los líderes militares de Estados Unidos y el mismo presidente Joe Biden.

Para algunos funcionarios estadounidenses, la llegada al poder de los talibanes puede hacer que el terrorismo por parte de grupos afganos resurge próximamente, lo cual ha prendido las alarmas rojas en EE. UU.

El presidente del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., el general Mark Milley, dijo a un grupo bipartidista de senadores durante una llamada del domingo que hay que llevar a cabo una evaluación de qué tan pronto los grupos terroristas volverán a surgir en Afganistán.

En la llamada con Milley, el senador republicano, Lindsey Graham, preguntó si revisarían la evaluación dada al Congreso en junio pasado que clasificaba un riesgo “medio” de reconstitución del grupos terrorista dentro de los dos años posteriores a la retirada.

“Sí”, respondió Milley sobre cambiar el informe de evaluación de amenazas, según informó el DailyMail.

También dijo que estaría más que dispuesto a informar a los senadores, en un entorno más confidencial, sobre la situación actual de Afganistán.

El grupo bipartidista de senadores en la llamada, en la cual participaron el secretario de Defensa, Lloyd Austin, y el secretario de Estado, Antony Blinken; presionó a Milley sobre los esfuerzos para sacar al personal estadounidense de Afganistán cuando ya surgieron imágenes de una evacuación en helicóptero de la embajada de Estados Unidos en Kabul.

De acuerdo con los medios internacionales, en la llamada se dijo que no hay forma de que Estados Unidos pueda evacuar a los más de 20.000 afganos que quieren escapar del país antes del 31 de agosto.

“Dos conclusiones para mí: vamos a dejar atrás a decenas de miles de personas y la línea de tiempo en términos de amenazas se ha acelerado”, dijo una fuente.

La razón original por la que Estados Unidos se involucró en Afganistán en 2001 fue para prevenir amenazas terroristas provenientes del Medio Oriente, luego del atentado a las torres gemelas el 11 de septiembre de ese año.

Sin embargo, después de 20 años, y miles de millones de dólares gastados, la retirada total de tropas ordenada por el presidente Joe Biden dejó a la región en desorden, ya que los talibanes pudieron superar a las fuerzas del Gobierno de Afganistán en poco más de una semana.

Las fuerzas militantes islámicas irrumpieron en Kabul este domingo y se tomaron el palacio presidencial luego de que el mandatario afgano, Ashraf Ghani, dimitiera a su cargo y abandonara el país.

Talibanes posan para una foto en conmemoración a la toma de la capital afgana de Kabul, luego de que el presidente Ashraf Ghani, abandonara la ciudad (AP Photo/Zabi Karimi) | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

En un video en redes sociales se ve cómo Ghani se sube a un avión que lo llevaría a Tayikistán, minutos después de dimitir como el máximo diferente de Afganistán.

“Los talibanes ahora son responsables del honor, de la posesión y de la autopreservación de su país”, dijo el exmandatario luego de aceptar la victoria del grupo radical islamista.

Los talibanes afirmaron que desean un “traspaso pacífico” del poder en los próximos días.

Los talibanes también prometieron que no buscaban vengarse de nadie, tampoco de los militares o funcionarios que trabajaron para el actual gobierno.

Por su parte, el ministro de Interior, Abdul Sattar Mirzakwal, aseguró que se llevaría a cabo una “transferencia pacífica del poder” a un gobierno de transición.

La OTAN, que también se retira de Afganistán, reclamó una “solución política al conflicto, que es más urgente que nunca”, según un portavoz.

A pesar de los anuncios de paz de los talibanes, hay imágenes de centenares de personas intentando huir de Afganistán antes de que el régimen de los islamistas comience de manera oficial.