Un parlamentario ucraniano afirmó este jueves que “hay supervivientes” en el ataque ejecutado el miércoles contra un teatro en la ciudad de Mariúpol en el que se encontraban refugiados cientos de civiles ante el bloqueo de la ciudad en el marco de la ofensiva militar rusa.
“Tras una terrible noche de incertidumbre, en la mañana del 22º día de guerra hay por fin buenas noticias desde Mariúpol”, dijo el parlamentario Sergiy Taruta en su cuenta en la red social Facebook. “El refugio contra bombas aguantó. Los escombros están siendo retirados y hay gente con vida”, aseguró.
El Ayuntamiento de Mariúpol denunció el miércoles la destrucción de parte de las fuerzas rusas del principal teatro de la ciudad. “El avión ha lanzado una bomba sobre un edificio en el que se escondían cientos de residentes pacíficos”, dijo en un mensaje en su canal de Telegram.
Según este mismo comunicado, la parte central del teatro y la entrada al refugio antibombas del edificio han quedado totalmente destruidos como consecuencia del ataque. El teniente de alcalde de la ciudad, Serhiy Orlov, relató a la cadena de televisión británica BBC que entre 1.000 y 1.200 personas se habían refugiado en el edificio.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Rusia negó cualquier tipo de implicación en lo ocurrido y acusó directamente al Batallón Azov, un grupo paramilitar neonazi, de ser responsable de esta “nueva provocación sangrienta”. “Dado el peligro potencial para la vida de los civiles y la provocación que ya llevaron a cabo los nacionalistas el 9 de marzo con el hospital 3 de Mariúpol”, enfatizó.
El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó este miércoles de “criminal de guerra” a su par ruso, Vladimir Putin, y anunció una ayuda militar masiva a Ucrania, donde los civiles fueron blanco de ataques en panaderías, mercados o en un teatro repleto de refugiados.
“Creo que [Putin] es un criminal de guerra”, respondió Biden a una periodista que lo interrogó en la Casa Blanca.
Su secretaria de prensa, Jen Psaki, dijo luego que Biden estaba “hablando con el corazón” después de ver imágenes de “acciones bárbaras de un dictador brutal a través de su invasión de un país extranjero”.
La réplica rusa no se hizo esperar.
“Consideramos inaceptable e imperdonable semejante retórica por parte del jefe de un Estado cuyas bombas mataron a centenas de miles de personas en todo el mundo”, dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Biden había anunciado poco antes un aumento a 1.000 millones de dólares del monto de la ayuda prometida a Ucrania, contra 200 millones prometidos inicialmente para hacer frente a la invasión.
“Ayudamos a Ucrania a adquirir sistemas de defensa antiaérea adicionales y de más largo alcance”, dijo Biden, especificando que la ayuda incluirá drones.
Ovación en el Congreso
En un discurso virtual ante el Congreso estadounidense, donde recibió una ovación de pie, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pidió de nuevo a Estados Unidos y sus aliados de la Otan una zona de exclusión aérea sobre Ucrania para protegerla de los ataques rusos.
“Necesito su decisión, su ayuda”. “¿Es mucho pedir, crear una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, para salvar a la gente?”, preguntó.
Dirigiéndose en inglés a Biden, dijo que liderar el mundo libre también significa ser el “líder de la paz”.
Poco después, el jefe de la Otan reiteró que no se va a enviar tropas a Ucrania pero que fortalecerán su flanco oriental.
La Otan ha resistido hasta ahora a las peticiones de implicarse directamente en el conflicto, por temor a desatar una Tercera Guerra Mundial entre dos beligerantes con enormes arsenales nucleares.
En una entrevista a la cadena estadounidense NBC, Zelenski rebatió que esta Tercera Guerra Mundial “podría ya haber empezado” y que “toda la civilización” estaba en juego.
*Con información de Europa Press y AFP.
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