SEMANA: Esta semana se cumplen los 75 años del Estado de Israel. Comencemos por la pregunta obvia: ¿qué pasó ese 14 de mayo de 1948?
Embajador Gali Dagan: La historia de Israel es única. Hace 75 años, Israel declaró su independencia y desde su primer día tuvo que luchar por su supervivencia. Después de esa declaratoria, y de la resolución de las Naciones Unidas, seis países árabes buscaron invadir Israel para borrarnos del mapa. Nuestro pueblo soñó 2.000 años para tener su soberanía y su independencia. Y hace 75 años, apenas habían pasado tres de la tragedia más terrible en nuestra historia, el Holocausto, cuando la comunidad judía perdió un tercio de su población. Entonces, es un evento muy emotivo en el que también conmemoramos cómo hemos tenido que luchar desde el primer día.
SEMANA: Israel es un país muy desarrollado, líder en muchos sectores. ¿Cómo se logra construir eso en tan poco tiempo?
G.D.: Son varios factores. El primero, que tenemos una historia común a todos nosotros y el denominador común de nuestra religión, de nuestra cultura. Lo segundo son las amenazas permanentes de afuera que nos han hecho esforzarnos en encontrar soluciones en el ámbito de defensa y a construir nuestras fuerzas militares. Lo tercero, es que la escasez de recursos naturales nos obligó a inventar soluciones. Es un espíritu profundo de emprendimiento, de innovación. Y, por último, el pluralismo, que está muy presente en nuestra religión y cultura. Así se construyó un país en tan poco tiempo.
SEMANA. Israel es un país de migrantes al que durante 75 años han llegado personas de todas partes del mundo. ¿Cómo han hecho para entenderse?
G.D.: Siempre ha sido un reto. Desde su nacimiento, a Israel llegaron personas de cientos de países, muchos expulsados de países árabes, otros de Europa, otros que habían sobrevivido al Holocausto y estaban refugiados. Entonces fue una tarea bastante difícil, pero todos tenían el mismo sueño de tener un país independiente. Eso es algo que ha unido a la gente por años. Lo mismo que el servicio militar obligatorio, que ha sido una herramienta muy importante para unir a la gente y crear amistad. Así como nuestro sistema educativo. Eso hace que una sociedad esté mucho más sólida, mucho más cohesionada.
SEMANA: Israel es una especie de Silicon Valley del mundo, ¿cómo es ese proceso para llegar a liderar un área tan clave?
G.D.: Por la cultura que tenemos. En el judaísmo no hay una sola posición, siempre se nos ha invitado a pensar diferente. No hay un solo dogma de cómo pensar o practicar el judaísmo. Igualmente, tenemos el ecosistema israelí, que es una combinación en que el Gobierno entrega fondos para los emprendedores e innovadores para intentar y para fallar, y darles a ellos una garantía de que si fallan, el Gobierno va a ayudarlos para que ellos puedan intentar nuevamente. Todo esto es un motor para nuestra economía y tenemos muchos logros tecnológicos en agricultura, salud y ciberseguridad.
SEMANA: ¿Cómo ha sido vivir 75 años en un Estado en permanente amenaza? Siempre hay misiles apuntando a Israel.
G.D.: La vida cotidiana es muy normal en el país, pero las cosas que llegan a la prensa permiten que muchos interpreten esos enfoques. Pero creo que, en muchos aspectos, Israel es un lugar muy tranquilo. Sí, de vez en cuando tenemos retos y desafíos de defensa y de seguridad, pero no es que estemos viviendo en una zona de guerra. En retrospectiva, cuando declaramos la independencia teníamos cuatro países vecinos que no reconocían el Estado de Israel y lanzaron sus ejércitos para destruir el país. Hoy en día, dentro de estos cuatro países vecinos, tenemos acuerdos de paz con dos de ellos, que son Jordania y Egipto, y hace dos años firmamos los acuerdos de Abraham con dos países del golfo y restablecimos nuestras relaciones con Marruecos. Desde la firma de los acuerdos de Abraham, más de un millón de israelíes visitaron los Emiratos y Baréin como turistas, el intercambio comercial en el último año con los Emiratos ascendió a 2.000 millones de dólares, donde antes era casi cero. Israel vende gas a Egipto que exporta a Europa y exporta gas a Jordania, los acuerdos de Abraham generaron cooperación entre los países de la región en temas como medioambiente, agua, energía renovable, entre otros.
SEMANA: En Israel, todas las familias y todas las personas han pasado por el Ejército. ¿Por qué hay tanta convicción en este servicio militar?
G.D.: Nuestro pueblo siempre ha estado en una amenaza permanente, todo el mundo sabe que tiene que tomar parte de esa defensa. Ojalá pudiéramos estar como en la Unión Europea y no tener este servicio militar obligatorio, pero no tenemos otra opción. Especialmente cuando hay países en la región que quieren borrar a Israel de la faz de la Tierra, como Irán, que tiene un programa nuclear para lograr este objetivo y que está avanzando muy rápido, lamentablemente. Y también que tienen un proyecto regional para tener una hegemonía y que trabaja junto a sus aliados en la región para generar y crear una amenaza permanente para poder atacar a Israel.
SEMANA: Los israelíes, quizás como ninguna otra sociedad, han logrado mantener unas tradiciones milenarias. ¿Por qué tener siempre tan presente el pasado?
G.D.: Primero tenemos la Biblia, que es nuestra historia religiosa y es nuestra memoria colectiva de creación de nuestro pueblo. Otro eje, lamentablemente, es nuestra experiencia. El pueblo judío ha sufrido muchas persecuciones, matanzas y masacres. Obviamente, la peor fue el Holocausto. Por lo tanto, tenemos que recordar esto para que no se repita. Alguien que no recuerde el pasado y no piensa en las lecciones del pasado tendrá un futuro difícil. Hoy día hay 15 millones de judíos en todo el mundo, más o menos, antes del Holocausto había 18 millones. Es decir, todavía no llegamos a las cifras de los judíos del mundo de antes del Holocausto.
SEMANA: ¿Cómo son las relaciones hoy en entre Israel y Colombia? ¿Cuáles son los puntos que nos unen?
G.D.: Tenemos muy buenas relaciones de muchos años entre Israel y Colombia, y pensamos que hay muchas oportunidades para el futuro. Escuchamos muy bien los objetivos del Gobierno y creemos que, como Israel, hay algunos puntos donde hay un valor agregado, una experiencia que estamos muy dispuestos a compartir. Creemos que la combinación de la ubicación estratégica de Colombia a los mercados más grandes en el mundo, los recursos naturales del país, la tecnología y el TLC que tenemos, hay mucho potencial para poder trabajar juntos, hay muchas posibilidades de cooperación junto al Gobierno como en agricultura, cooperativismo y asociatividad, en la que tenemos 114 años de experiencia, manejo de agua, energías renovables, salud, ciberseguridad, entre otros.
SEMANA: ¿Hay alguna especie de preocupación por el giro que dio Colombia hacia la izquierda y una eventual simpatía con regímenes que no son amigos de Israel como Venezuela y Rusia?
G.D.: La verdad, nosotros no vamos a tener ninguna injerencia en las relaciones bilaterales de Colombia. Estos son sus temas, y que tengan una buena relación bilateral con Venezuela, con un país vecino, es algo que obviamente entendemos. Nosotros también lo intentamos con nuestros vecinos. Lo que nos preocupa allí es la presencia iraní en Venezuela. Irán es un país que a donde llega lleva inestabilidad. Lo pueden ver en Siria, en Líbano o en Yemen, y creo que la presencia iraní en Venezuela es un peligro para la región. Hace solo dos años, Irán intentó atacar blancos israelíes en Colombia. Además, apoyan la guerra en Ucrania mandando drones que atacan civiles e infraestructura en ese país, y algunos de estos modelos de drones se encuentran hoy en Venezuela.
SEMANA: ¿Cómo se celebrarán los 75 años de Israel acá en Colombia?
G.D.: Bueno, tendremos muchos eventos en todos los lados. Tenemos muchos amigos en todo el país, con lo que estaremos en las ciudades principales. Vamos a celebrar con tantos amigos que tenemos aquí en Colombia.