En el marco de una rueda de prensa entregada en días pasados, previo al arribo, en extradición, a Estados Unidos, del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, las autoridades estadounidenses hicieron público el documento de acusación en contra de este, en el que detallan los señalamientos que pesan en contra de este, acusándolo de mantener nexos con carteles de la droga, entre los que se encontraría el del capo mexicano ‘El Chapo’ Guzmán, y de haber convertido a su país en un narco estado, al haber usado sobornos, derivados de dinero de la droga, para corromper estamentos estatales, y para lograr ganar la presidencia de su país.

De acuerdo con medios internacionales, el documento publicado por el Departamento de Justicia estadounidense en contra de Hernández, está compuesto por tres cargos, que, conforme como de desarrolle el caso en los estrados judiciales de ese país, podrían significar la condena a cadena perpetua para el político.

Según declaraciones entregadas en una rueda de prensa el pasado jueves por el fiscal general de EE. UU., Merrick Garland, el expresidente de Hondura habría abusado de su estatus como mandatario para convertir a su país en un ‘narcoestado’.

Según el escrito de acusación, el político y algunos de sus familiares hicieron parte del entramado delincuencial responsable del envío de cerca de 500 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, empleando su país como puente entre países como Colombia y Venezuela, para que las sustancias ilegales llegasen a su destino final: los consumidores estadounidenses.

Según la acusación de las autoridades estadounidenses, fruto de este entramado delictivo, el presidente de Honduras recibió millonarias ganancias, y sobornos provenientes de carteles de la droga, entre los que se encuentra el encabezado por Joaquín “El Chapo Guzmán”.

En ese sentido, las autoridades estadounidenses también advirtieron que dichas ganancias fueron empleadas por el político para financiar campañas políticas, cometer fraude electoral, y ‘comprar funcionarios’ que facilitaran la meta de las organizaciones criminales.

Es decir, según los señalamientos, Hernández financió su ascenso y continuidad en el poder, ‘engrasando sus maquinarias políticas’ con dineros del narcotráfico.

Según detalló el fiscal del distrito sur de Nueva York, Damian Williams, con sus sobornos, Hernández también incluyó en la estructura criminal a miembros de la Policía de su país, las Fuerzas Armadas, e incluso el Congreso.

Según Estados Unidos, Hernández volvió a Honduras en “uno de los mayores puntos de envío de cocaína a Norteamérica.

Según el referido fiscal del Distrito de Nueva York, en declaraciones recogidas por medios internacionales, en palabras del mismo Hernández, el objetivo era “llenar de drogas las narices de los gringos”.

Además de los señalamientos por el delito de narcotráfico, el expresidente de Honduras es señalado de los delitos de posesión y tráfico de armas, y conspiración para usarlas.

Tras su llegada a Estados Unidos, el expresidente hondureño ya compareció el pasado viernes ante un juez de Nueva York, en una audiencia donde le fueron leídos los cargos por los que será imputado.

En dicha audiencia, el juez determinó que el expresidente de Honduras, deberá permanecer detenido, medida que operará al menos hasta la próxima cita, la cual fue fijada para el 10 de mayo.

Debido a las medidas de bioseguridad en el marco de la actual pandemia, comparecencia de Hernández se dio a través de videoconferencia.

Según explica la Agencia AFP, “si el jurado que se constituya cuando empiece su juicio lo hallara culpable, el exmandatario hondureño que entregó el poder el pasado 27 de enero, tras ocho años en el cargo, se enfrenta a la pena máxima de cadena perpetua”.

*Con información de AFP