El hijo del difunto dictador Ferdinand Marcos logró este lunes una victoria aplastante en la elección presidencial en Filipinas, según un primer recuento de votos.

Con más del 90 % de las papeletas escrutadas, Ferdinand Marcos hijo había conseguido casi 30 millones de votos, más del doble que la candidata liberal Leni Robredo, según resultados publicados por los medios locales, que citan a la Comisión Electoral.

Sin embargo, se espera que los resultados completos tarden semanas en verificarse.

Unos 67 millones de filipinos estaban habilitados a votar en estas elecciones generales en las que se elegía, además, vicepresidente, diputados, la mitad de los senadores, los gobernadores de provincia y otros miles de responsables locales.

Cerca de 40 años después de que su padre fuera depuesto y enviado al exilio, Ferdinand Marcos hijo parece rumbo a restaurar el poder familiar.

Personas con mascarillas hicieron fila antes del amanecer para sufragar frente a escuelas y otros sitios convertidos en centros electorales a lo largo del archipiélago. “Un éxito. Las largas filas son magníficas. Los filipinos querían ser escuchados”, declaró George García, de la Comisión Electoral, en un mensaje a periodistas.

Marcos votó con su hermana menor, Irene, en la escuela Mariano Marcos en la ciudad norteña de Batac, de donde es oriunda su familia.

A su vez, Robredo fue recibida por simpatizantes que coreaban “Leni, Leni” cuando llegó a votar a una escuela del municipio de Magrao, en el centro del país.

Tras una áspera campaña, las encuestas de opinión apuntaban a una clara victoria de Marcos. Bajo la ley electoral filipina, el ganador es el que obtenga más votos, sin necesidad de un porcentaje mínimo de respaldo.

Derechos amenazados

Desde que Robredo anunció su intención de disputar la Presidencia en octubre, surgieron grupos de voluntarios en su apoyo a lo largo del país buscando convencer a los votantes de respaldarla.

La campaña de Marcos se ha esmerado en encubrir el historial brutal y corrupto del régimen de su padre y en aprovechar el desencanto de los votantes con los últimos gobiernos.

Tras seis años de gobierno autoritario de Duterte, defensores de derechos humanos, la Iglesia católica y analistas políticos han expresado temor de que Marcos se sienta impulsado a gobernar con aún más dureza si gana por amplio margen.

“Creemos que la crisis de derechos humanos va a empeorar en el país”, declaró Cristina Palabay, secretaria general de la alianza Karapatan de derechos humanos. Robredo, una abogada y economista de 57 años, prometió limpiar la política filipina, una democracia que arrastra una tradición de feudalismo y corrupción.

Por su parte, Marcos y su candidata a vicepresidenta, Sara Duterte, ambos hijos de líderes autoritarios, han insistido en que son los más calificados para unificar al país. Cientos de miles de simpatizantes vestidos de rojo llegaron el sábado al mitin de Marcos y Duterte en Manila, en el cierre de su campaña.

Una asistente, Josephine Llorca, consideró mejor apostar por otro Marcos porque los gobiernos posteriores a la revolución de 1986 que depuso al entonces dictador no mejoraron la vida de la población. “Lo probamos y fueron incluso peor que el tiempo de Marcos”, declaró Llorca.

Otros candidatos fueron el exboxeador Manny Pacquiao y el actor Francisco Domagoso.

Violencia

El proceso electoral registró episodios de violencia, el más grave de los cuales fue la muerte de cuatro guardias de seguridad cuando un hombre disparó contra un centro de votación de una zona conflictiva del sur del país.

El hecho ocurrió poco después del inicio de la votación en el municipio de Buluan en la isla sureña de Mindanao, que tiene fuerte presencia de grupos armados, desde insurgentes comunistas hasta militantes islamistas, informaron las autoridades.

Hombres armados atacaron también un centro de votación en la provincia de Lanao del Sur, en Mindanao, matando a una persona e hiriendo a otras dos, según la Policía.

La noche del domingo, cinco granadas estallaron frente a un centro electoral en el municipio de Datu Unsay, también en Mindanao, donde nueve personas resultaron heridas.

Un portavoz de la Comisión electoral dijo que intentaban verificar si las acciones tenían relación con las elecciones.

*Con información de la AFP.