Los hijos del expresidente panameño Ricardo Martinelli, Luis Enrique y Ricardo Martinelli (llamado igual que su padre), de 20 y 42 años, respectivamente, fueron condenados por un tribunal de Brooklyn en Estados Unidos, luego de que se les vinculara con lavado de activos provenientes de sobornos de la multinacional brasileña Odebrecht.
La Fiscalía estadounidense está pidiendo que se les condene entre 9 y 11 años para cada uno de los hermanos Martinelli Linares; sin embargo, fueron condenados a tres años de prisión luego de que se declararan culpables de haber conspirado para lavar 28 millones de dólares en sobornos recibidos por Odebrecht, al parecer usando empresas fantasma.
Las investigaciones del ente acusador afirman que de los 28 millones mencionados, 19 de ellos estuvieron moviéndose a través de cuentas en diferentes ciudades de Estados Unidos, incluyendo Nueva York. Además de esto, se estima que otros 30 millones de dólares estuvieron circulando en euros, con el objetivo de evitar al sistema financiero del país norteamericano.
Al parecer, los hermanos Martinelli también habrían facilitado el pago de sobornos por parte de Odebrecht al presidente que gobernó entre 2009 y 2014, es decir, su padre Ricardo Martinelli. La Fiscalía afirmó que los condenados se creían “por encima de la ley”, por lo que habrían actuado con impunidad protegidos por el alto cargo de su progenitor.
“Envié un fuerte mensaje a funcionarios públicos y sus familias, que buscan vender su país y sus recursos públicos al mejor postor a cambio de riqueza y lujo personal”, fue el mensaje del fiscal del caso hacia el juez, haciendo un llamado para evitar la continua corrupción en países de la región.
Según la fiscalía, los Martinelli invirtieron 9,5 millones del dinero que recibieron del Odebrecht en una compañía de servicios de telefonía celular en Panamá, así como en acciones y deuda.
Asimismo, Luis Enrique Martinelli compró un yate de 1,7 millones de dólares y un condominio en Miami de 1,3 millones, mientras que su hermano pagó “centenares de miles de dólares” de gastos de su tarjeta de crédito en American Express.
Pese a declararse culpables, los jueces les denegaron libertad bajo fianza, por lo que ambos han estado encarcelados en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, en condiciones de práctico “aislamiento” según sus abogados.
Después de que Marcelo Odebrecht, el presidente de la multinacional, se declaró culpable en 2018, los hermanos Martinelli empezaron a negociar con la justicia estadounidense su futuro judicial, pero el 25 de junio de 2020 huyeron de Estados Unidos en barco hacia Bahamas sin avisar a las autoridades.
Desde allí abordaron un avión privado para viajar a Panamá, con tan mala suerte que el país estaba cerrado por la covid-19 y debió aterrizar primero en Costa Rica y luego en El Salvador, desde donde cruzaron por tierra a Guatemala.
Fueron detenidos el 6 de julio de 2020 en Guatemala cuando hacían escala en un vuelo privado que pretendía llevarlos a Panamá. Luis Enrique Martinelli fue extraditado a Estados Unidos el 15 de noviembre de 2021. Su hermano llegaría el 10 de diciembre.
El 21 de diciembre de 2016, Odebrecht se declaró culpable ante el tribunal de Brooklyn de haber distribuido más de 788 millones de dólares en sobornos a responsables gubernamentales, funcionarios y partidos políticos, sobre todo de América Latina, para conseguir y retener obras de infraestructuras principalmente.
Odebrecht y la filial petroquímica Braskem, cuyo exdirectivo José Carlos Grubisich fue condenado también por la justicia neoyorquina a 20 meses de cárcel en octubre pasado, acordaron pagar 3.500 millones de dólares en multas.
El holding brasileño extendía sus tentáculos en la industria, ingeniería, construcción, infraestructuras, energía, químicos, servicios y sector inmobiliario.
Panamá solicitó el pasado diciembre a Estados Unidos el dinero que los hermanos Martinelli reconocieron haber recibido de Odebrecht al considerarse “víctima del delito”.
Los hermanos Martinelli también son requeridos por la justicia panameña por un escándalo de corrupción relacionado con sobornos a cambio de obras, conocido como “Blue Apple”.
El propio expresidente Martinelli (2009-2014) está bajo investigación en el escándalo Odebrecht. Pese a ello, ha anunciado su intención de buscar la reelección en 2024.
*Con información de la AFP.