Después de 70 años muchas cosas han cambiado en Gran Bretaña, una de estas es su relación con las demás religiones del mundo. Esto es por lo que por primera vez habrá una comisión papal presenciando la coronación del rey Carlos III en la Abadía de Westminster.

El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, encabezará la delegación que, en representación del Papa, participará en la coronación de Carlos III y su esposa, Camila, como rey y reina consorte del Reino Unido este sábado 6 de mayo. Se trata de la primera delegación papal en una ceremonia de coronación de la monarquía británica desde la época de la Reforma hace 500 años.

Según informa el diario británico The Tablet, Parolin estará acompañado por el recién nombrado nuncio apostólico en Gran Bretaña, el arzobispo Miguel Maury Buendía. Ambos estarán sentados dentro de la Abadía de Westminster, lo que supone una novedad.

De hecho, durante la coronación de la reina Isabel II, en 1953, los representantes papales permanecieron fuera de la Abadía de Westminster debido a las normas que prohibían entonces expresamente a los católicos asistir a servicios no católicos, aunque presenciaron la procesión de entrada y salida del edificio eclesiástico.

En este sentido, el entonces arzobispo de Westminster, el cardenal Bernard Griffin, no asistió a la ceremonia ni se quedó fuera de la Abadía. Sin embargo, celebró una misa por la nueva reina en la catedral de Westminster la víspera de la coronación.

Si bien no se permitía a los católicos asistir a los oficios no católicos en las iglesias, se hicieron algunas excepciones para que algunos católicos pudieran participar en la coronación, como el duque de Norfolk. Esta prohibición se levantó gracias a los esfuerzos ecuménicos y a las reformas del Concilio Vaticano II y, finalmente, quedó recogida en el directorio ecuménico de la Santa Sede de 1993.

Además, el cardenal Vincent Nichols será el primer obispo católico que desempeñe un papel oficial en la coronación de un monarca británico desde la Reforma, cuando bendiga al rey Carlos III durante la ceremonia que se celebrará en la abadía de Westminster el 6 de mayo. El arzobispo de Westminster no sólo estará dentro de la Abadía, sino que impartirá una bendición al Rey recién coronado.

El Papa Francisco intercambia saludos navideños con los empleados del Vaticano en el salón Pablo VI, el lunes 21 de diciembre de 2020. Foto: AP / Gregorio Borgia. | Foto: AP

Se convierte así en el primer obispo católico que participa activamente en la coronación de un monarca británico desde que el obispo Stephen Gardiner colocara la corona sobre la cabeza de la reina María en 1553.

Otros prelados católicos que asisten a la coronación son el arzobispo Eamon Martin de Armagh, Primado de Toda Irlanda, el obispo Hugh Gilbert de Aberdeen, presidente de la Conferencia Episcopal de Escocia, y el arzobispo Mark O’Toole de Cardiff.

Fragmentos Cruz de Gales

Además, el Papa regaló dos fragmentos de la Cruz en la que fue crucificado Jesucristo a la monarquía de Inglaterra para que encabecen la procesión de coronación de Carlos III y su esposa, Camila.

Según confirmó que el Vaticano, “la Santa Sede donó a Inglaterra dos fragmentos de la reliquia de la verdadera cruz como signo del diálogo ecuménico”. Los restos se conservaban en la sala Lipsanoteca de los Museos Vaticanos.

Los dos pequeños fragmentos se han incorporado a la Cruz de Gales, que podrá ser vista por las millones de personas que sigan la entronización de los nuevos monarcas cuando entre en la Abadía de Westminster el próximo 6 de mayo. Ambas piezas tienen forma de cruz, una de 1 centímetro y la otra de 5 milímetros, y están engarzadas en un crucifijo de plata más grande detrás de una gema de cristal rosa, por lo que sólo pueden verse de cerca.

Archbishop of Wales Andrew John poses with the new Cross of Wales, which will be used in the procession during the Coronation of Britain’s King Charles, before a service at Holy Trinity Church in Llandudno, Britain April 19, 2023. REUTERS/Phil Noble | Foto: REUTERS

La Cruz de Gales, que es un regalo del Rey a la Iglesia de Gales para celebrar su centenario, ha sido bendecida por el arzobispo de Gales, Andrew John, en un servicio religioso en la iglesia de la Santísima Trinidad de Llandudno, en el norte de Gales, antes de partir hacia Londres dónde tendrá lugar la ceremonia de entronización.

Con información de Europa Press**