El juramento del cargo de la magistrada Doris Morales ante la Asamblea General del Poder Legislativo de Uruguay dejó este martes (8 de febrero) a la Suprema Corte de Justicia de ese país integrada en su mayoría por mujeres por primera vez en la historia del organismo.
El Poder Judicial es uno de los organismos del Estado con mayor proporción de mujeres respecto de los hombres. A pesar de eso, ha estado gobernado por hombres en casi la totalidad de la historia, al punto de que es la primera vez que apenas pocos de los ministros de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) son mujeres.
Sin embargo, las mujeres de Uruguay están dando ejemplo para el mundo. Por su parte, Morales acompañará al presidente, John Pérez, quien asumió el cargo el pasado 1.° de febrero, y a Tabaré Sosa, Elena Martínez Rosso y Bernadette Minvielle en la composición de la Suprema Corte.
“Yo, Doris Perla Morales Martínez, me comprometo por mi honor a desempeñar lealmente el cargo que se me ha confiado y a guardar y defender la Constitución de la República Oriental del Uruguay”, dijo este martes la magistrada durante el solemne juramento.
La nueva integrante de la Suprema Corte de Justicia llegó al cargo el pasado 26 de enero, debido a la falta de acuerdo en el Parlamento para elegir al sucesor del magistrado Luis Tosi, quien anunció su jubilación en octubre, por lo que quedó elegida por ser la persona con más antigüedad dentro del Tribunal de Apelaciones.
Morales ingresó al Poder Judicial en 1989 como jueza letrada en el departamento de Paysandú (noroeste), y luego ocupó los cargos de jueza letrada (1994), jueza letrada de Familia (1995) y ministra del Tribunal de Apelaciones del Trabajo desde 2003 hasta la fecha.
Las otras dos ministras de la Suprema Corte, Martínez Rosso y Minvielle, asumieron en febrero de 2018 e igual mes de 2020, respectivamente.
Por otro lado, Bernadette Minvielle es doctora en Derecho y Ciencias Sociales por la Universidad de la República (1982), con posgrado de Derecho Procesal Penal (1985); también se ha desempeñado ininterrumpidamente en la administración de justicia local, desde el cargo de secretaria de Juzgado Letrado, pasando por el de fiscal adjunta y fiscal letrado departamental.
Igualmente, fue juez letrado de Montevideo para finalmente ocupar el cargo de ministro de Tribunal de Apelaciones desde 1998.
Martínez Risso, por su parte, ingresó a la magistratura el 11 de diciembre de 1981 como jueza de Paz de la Primera Sección de Colonia (suroeste), entre otros departamentos. Además, desde el 13 de marzo de 2002 se desempeñó como ministra del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de 6.º Turno, cargo que ocupó hasta su designación como ministra de la Suprema Corte de Justicia.
Cabe recordar que recién en los últimos años se ha podido revertir la abrumadora presencia masculina que gobernó el Poder Judicial desde su creación, aunque los números actuales no son exactos frente a lo que suele ocurrir tanto en la esfera pública como en la privada, según el medio La Diaria de Uruguay.
Interpretaciones
Carolina Padrón, excoordinadora del Grupo de Trabajo en Políticas de Género del Poder Judicial, observó que la mayoría de mujeres en los tribunales de apelaciones revirtió la situación de hace unos años. “No hay que ir mucho tiempo atrás para que la estadística fuera al revés: en 2011 había más hombres que mujeres allí. Sin embargo, la proporción actual de magistrados de segunda instancia “no se condice con el resto de los escalafones, donde superan ampliamente las mujeres a los varones”.
Incluso, la vicepresidenta de la Asociación de Magistrados del Uruguay, Laura Sunhary, sostuvo que “los propios números van a hacer que la situación actual se revierta”. “Ha sido y fue motivo de preocupación, pero ya no lo es”, indicó al respecto.