Reacciones encontradas generó un nuevo caso de justicia por mano propia en el municipio de mexicano de Santiago El Pinar (Chiapas), donde indígenas fueron señalados de quemar vivo a un sospechoso de robar automóviles. El caso llega en un momento en el que el país registra anualmente un sinfín de situaciones similares.

El grupo de indígenas pertenece al pueblo Tsotsil. A ellos se le atribuyó el deceso de un joven, de 26 años, luego de que le prendieron fuego, al asegurar que integraba una red delincuencial. La muerte del hombre se produjo en plena plaza pública y no fue sino hasta que lugareños llamaron a las autoridades que se halló el cuerpo sin vida.

La Fiscalía del Estado de Chiapas abrió una investigación para determinar responsabilidades por el delito de homicidio perpetrado “en agravio” de un hombre en el municipio de Santiago El Pinar. El Ministerio Público indicó que aunaría esfuerzos para que el deceso no quede en la impunidad.

“Tras conocer de la noticia criminal, elementos de la Policía Estatal Preventiva, Policía de Investigación y Peritos arribaron al Juzgado Municipal de Santiago El Pinar, donde las autoridades tradicionales informaron sobre el deceso de quien en vida respondiera al nombre de Lucas “N” (...) originario del paraje Nachom, municipio de Santiago El Pinar, refiriendo que ignoraban los motivos de su fallecimiento”, señaló el organismo judicial en su página oficial.

La Fiscalía aseguró que había pedido autorización a los familiares de ‘Lucas’ para practicarle una autopsia; pero esta entregó un ‘no’ como respuesta. Sin embargo, luego de que se hiciera un “reconocimiento del cuerpo”, el equipo de investigación y peritos encontraron que el joven tenía heridas de tercer grado por quemaduras en todo su cuerpo.

Este proceder del colectivo indígena ocurre a solo días de que varios hombres se salvaran de ser linchados en el municipio de Huixtán del Estado de Chiapas, donde fueron acusados de lo mismo: robo de automóviles. En redes sociales circularon imágenes en las que dos de ellos estaban colgados en una cancha deportiva, ante decenas de espectadores.

El Universal informó que un grupo armado intervino en la plaza pública y rescató a los individuos. Casi a las 5:00 p. m. del jueves (de la semana pasada) se escucharon disparos que avivaron las tensiones, y tras los cuales algunos presentes salieron corriendo en busca de un resguardo.

Gabriela Coutiño, una reportera que difundió algunos videos de la ‘sanción pública’, dijo que los indígenas tenían la intención de quemarlos vivos.

“En #Huixtán #Chiapas una turba detiene y veja (maltrata) a 4 presuntos ladrones de automóviles. Amenazan con colgarlos y quemarlos vivos. Son acusados de los robos a automovilistas en el tramo hacia #SanCristóbalDeLasCasas. Apremian a las autoridades para intervenir. La vía está bloqueada”.

Especialistas en seguridad relacionan la percepción de impunidad con actos de intolerancia que pueden derivar en desenlaces fatales. Un análisis de agosto, hecho por la organización Impunidad Cero y la encuestadora Data OPM, refleja que ocho de cada diez mexicanos considera que ha incrementado la ausencia de castigo por las vías tradicionales.

Un conteo realizado por la ONG Causa Común da cuenta de que, en la nación azteca, cada año trascienden cientos de linchamientos o intentos de ejecución contra presuntos delincuentes. El año pasado se registraron 42 asesinatos en estas categorías y casi 300 tentativas.

Según estos reportes, en algunos casos las víctimas fueron blanco de falsas acusaciones. En junio de este año, un hombre también fue quemado vivo en el Estado de Puebla por una multitud que lo acusó de secuestro. Los responsables de estos actos no suelen ser identificados ni, por ende, puestos en un proceso judicial.

*Con información de AFP.