Los nombres de Kevin Lewis y Amanda Canales se han vuelto virales en los últimos días por el terrible caso que los dos protagonizan y en el que se acabó con la vida de Alisha Canales-McGuire, de 24 años, hermana de la mujer mencionada.
Todo ocurrió en Estados Unidos en el mes de septiembre del 2017, pero el caso resonó nuevamente esta semana por una decisión judicial. Para ese momento, la pareja ya se encontraba separada, aunque producto de su compromiso habían tenido tres hijos, por lo que todavía existía comunicación entre los dos.
El día del trágico suceso, Amanda, quien vivía en la ciudad de Washington, viajó a Nueva York para atender unos asuntos profesionales. Por esta razón, le pidió el favor a su hermana que se quedara con sus hijos para cuidarlos, pero sería el último día con vida de ella.
Según las investigaciones de las autoridades, Kevin contrató a dos personas para que idearan un plan y asesinaran a su exesposa. Jerradon Phelps, de 18 años, y Alexis Hale, de 16, fueron los encargados de cometer el atroz crimen.
Los dos sujetos llegaron hasta la casa, golpearon la puerta y allí abrió Alisha, por lo que los delincuentes pensaron que ella era el objetivo. Segundos después, Phelps le disparó a la mujer hasta en cinco oportunidades, acabando con su vida en la escena del crimen y huyendo del sitio junto a su cómplice.
Los investigadores pudieron establecer que Lewis les pagó a los criminales 2.400 dólares para que llevaran a cabo el homicidio, pero no se percataron que la exesposa del sujeto no se encontraba en casa y, por ello, terminaron asesinando a su hermana.
Finalmente, las autoridades capturaron a todas las personas que participaron en el crimen y, después de un extenso juicio, fueron condenados con diferentes sentencias cada uno.
Durante el proceso, Amanda declaró en varias oportunidades, aseguró que su entonces pareja era alguien que estaba lleno de “mucha maldad” y puso en duda el amor que sentía por sus hijos. “Yo pensé que tú los amabas, pero alguien que los ama no los sometería a peligro y a un trauma”, manifestó en una oportunidad.
“¿A ti te importó que si solo yo hubiera estado en casa esa noche, ellos se habrían despertado para encontrar a su madre muerta, tirada en un charco de sangre?”, agregó.
La Corte Suprema del condado de Snohomish fue la encargada de asumir el caso e imponer las respectivas sentencias que se conocieron esta semana. Phelps, quien disparó el arma, se declaró culpable de asesinato en primer grado y fue condenado a 31 años de prisión, mientras que Hale, su cómplice, también aceptó su culpabilidad y deberá estar 15 años en la cárcel.
La pena más dura fue para Kevin Lewis, fue encontrado culpable de los delitos de conspiración para cometer asesinato y asesinato agravado con arma de fuego, hechos por los que recibió cadena perpetua y deberá pasar el resto de su vida bajo los barrotes por el asesinato de su cuñada.