Un hombre japonés admitió este martes, 5 de septiembre, haber provocado un incendio que mató a 36 personas en un estudio de animación en Kioto en 2019, aunque sus abogados defendieron su no culpabilidad alegando problemas psiquiátricos.
Shinji Aoba, de 45 años, fue detenido después del incendio en los estudios Kyoto Animation en julio de 2019, que también dejó 32 heridos.
Este martes empezó su juicio por cinco supuestos delitos: asesinato, intento de asesinato, incendio criminal, violación de la propiedad e infracción de la ley de control de armas.
En medio de la audiencia, el hombre afirmó que había provocado el incendio, afirmando que: “es correcto, lo hice”, en el tribunal de distrito de Kioto, según la agencia de noticias Jiji Press.
“No pensé que moriría tanta gente y ahora pienso que fui demasiado lejos”, aseguró el hombre que apareció en silla de ruedas. Sus abogados, sin embargo, declararon su inocencia alegando problemas psiquiátricos, según el medio citado.
Es de recordar que, Aoba estuvo a punto de morir por las quemaduras del incendio y pasó varias semanas en coma en el hospital.
Incluso, más del 90 % de su piel resultó quemada y necesitó 12 intervenciones para recuperarse, explicó esta semana el doctor, que lo trató al diario Yomiuri. También precisó una intervención para recuperar el habla.
En diciembre de 2020 fue inculpado oficialmente después de haber sido declarado “apto mentalmente” para ser juzgado. Se lo acusó de entrar ilegalmente al edificio de los estudios, esparcir gasolina en la planta baja y prender fuego al grito de “muéranse”.
Sus motivos no están claros, pero han aparecido hipótesis de que el hombre acusaba al estudio de haber robado su trabajo, algo que Kyoto Animation ha negado.
El estudio, conocido por sus seguidores como KyoAni, es popular por la producción de series de anime televisivas como La melancolía de Haruhi Suzumiya o K-On!.
Incendio en Johannesburgo
En otros hechos, más de 70 personas murieron en un incendio que arrasó un edificio de cinco plantas en el centro de Johannesburgo, según un nuevo balance difundido este jueves por los servicios de emergencia de la ciudad sudafricana.
Otras 52 personas resultaron heridas, algunas de ellas afectadas por la inhalación de humo y fueron trasladadas a hospitales locales, indicó el portavoz de los Servicios de Gestión de Emergencias, Robert Mulaudzi.
“La última actualización es que tenemos ahora 73 muertos y 52 personas heridas que fueron trasladadas a varios centros de salud para su atención médica”, declaró Mulaudzi.
Había al menos siete niños entre los muertos por el fuego, y la víctima más joven tenía menos de dos años, dijo el portavoz.
Algunas de las víctimas quedaron irreconocibles por las quemaduras, en lo que podría ser uno de los incendios más mortales del mundo en los últimos años.
Los bomberos controlaron las llamas y las operaciones de búsqueda y recuperación estaban en curso. “Estamos avanzando piso por piso para recuperar los cuerpos”, explicó Mulaudzi a la televisión local ENCA.
Un periodista de AFP presente en el lugar del incendio dijo que los servicios de emergencia retiraban cuerpos calcinados del edificio y los tendían bajo mantas y sábanas en la calle.
“Realmente es un día triste para la ciudad de Johannesburgo (...) En más de 20 años de servicio nunca vi algo como esto”, expresó Mulaudzi.
Por el momento se desconocían las causas del siniestro, que se declaró en horas de la noche.
Mgcini Tshwaku, miembro del comité municipal de la ciudad a cargo de la seguridad pública, señaló como probable causa el uso de velas para iluminar el interior del edificio.
El edificio afectado se ubica en una zona deprimida de lo que solía ser el distrito empresarial de la capital económica de Sudáfrica, y servía como residencia informal, indicó Mulaudzi.
En la zona abundan los edificios abandonados y en ruinas que suelen estar ocupados por personas desesperadas por encontrar alojamiento. Las autoridades de la ciudad se refieren a ellos como “edificios secuestrados”.
*Con información de AFP.