La historia de Mateus Facio le ha dado la vuelta al mundo, luego de que se enterara de que tenía una bala en su cabeza, después de haber recibido un golpe, según él, con una piedra. El joven brasileño estaba convencido de que lo había golpeado una piedra; sin embargo, cuatro días después, se dio cuenta de que se había equivocado: en su cabeza estaba incrustada una bala.
El hecho ocurrió en Cabo Frío, en la Costa Norte de Río de Janeiro, justo en las fechas de fin de año. El joven recibió el “golpe” el último día del 2023 cuando se encontraba en la playa. El impacto sufrido en la cabeza le provocó una pequeña hemorragia que pronto fue detenida con la ayuda de un paño.
“Me imaginé que era una piedra, algo así. Era como el sonido de una explosión, cuando explota una bomba, pero dentro de mi cabeza. Se paró la hemorragia, nos fuimos, me duché, fui a las fiestas”, dijo Mateus, según una entrevista traída por el Periódico Nacional (G1).
Como si nada hubiera pasado, el joven se fue a disfrutar de las fiestas con sus amigos y duró sin dolor un par de días; sin embargo, al cuarto día del evento, Mateus se despertó con dificultades para mover su brazo derecho, “Este brazo era normal y este estaba un poco caído. Podía sentir mis dedos moverse, pero parecía que no tenía la confianza para levantar algo”, dijo al medio local.
Cuando fue al doctor, descubrieron en su cabeza una bala y ordenaron extraerla por medio de una cirugía que duró dos horas. El joven pasó dos días en la Unidad de Cuidados Intensivos tras salir de la intervención.
“Por solo unos pocos milímetros podría causar daños mucho más graves. Tener el brazo paralizado o la mitad del costado paralizado. Era arriesgado, muy arriesgado para el paciente. Creemos que en 20, 30 días, seguirá con su vida normal”, dijo el neurocirujano.
Mateus prestó declaración y el caso será investigado por la Policía Civil de Cabo Frío. En casa vivieron días de absoluto descanso y cuidado por parte de toda la familia. El pasado viernes fue el primer día en que Mateus regresó a sus actividades rutinarias, como salir de casa y caminar por la calle.
El descanso inicial fue básicamente estar acostado la mayor parte del tiempo, caminando muy poco, solo para no perder el movimiento. Pero por lo demás, todo el tiempo acostado en la cama. Después, el médico me permitió salir de casa, moderadamente, “siempre evolucionando, progresando, conociendo mis límites para volver a tener mi vida normal”, dijo.
Según la Policía Militar, ese día no se registró ningún incidente con disparos en la zona de la playa. “Había preocupación por hemorragias, fugas de líquido cerebral, meningitis e incluso la muerte. Gracias a Dios, todo se resolvió de manera gratificante”, dijo el doctor.
El proyectil extraído de la cabeza del estudiante será enviado a la Policía Civil de Cabo Frío, que será responsable de investigar de dónde provino la bala y quién disparó.