Indignación ha despertado en Argentina, más precisamente en la provincia de Formosa, el caso de un menor de edad, de tan solo cinco años, quien fue víctima de un momento de ira por parte de su padre, un hombre que, en medio de una discusión intrafamiliar, arremetió contra el infante, lanzándolo al vacío desde un tercer piso.

No obstante, y pese a la gravedad de la caída, las autoridades que atendieron el caso, advirtieron que la oportuna llamada de emergencia permitió que el menor pudiera ser trasladado de inmediato a un centro asistencial cercano; conocido como Hospital de la Madre y el Niño, donde los médicos lograron rescatar su vida; no obstante, el niño permanece recluido en una Unidad de Cuidados Intensivos, y de momento su pronóstico es reservado.

A su turno, según las autoridades, los agentes policiales que acudieron a la vivienda donde ocurrió el hecho, en el Barrio La Pilar, ante un llamado de denuncia por violencia doméstica, pudieron detener al hombre responsable del lamentable hecho; el padre del menor.

Al momento en que la Policía acudió al lugar, según describe el medio local argentino TN, el menor se encontraba en la acera frente a la vivienda, mientras que el responsable permanecía en la terraza de la casa, donde seguía sosteniendo una discusión con la madre del menor.

En respuesta a los hechos evidenciados, las autoridades procedieron a adelantar el correspondiente dispositivo de captura en contra del hombre, quien posteriormente fue conducido ante las autoridades judiciales, y es acusado del delito de tentativa de homicidio, con el agravante de que su víctima corresponde a un menor de edad, con quien además posee lazos de sangre.

Luego de lo evidenciado, las autoridades recabaron en los testimonios de la mujer que presenció los hechos, quien para este caso es la madre del menor, y expareja sentimental del hombre, quien detalló que al momento de lo sucedido, ella y su hijo adelantaban una visita a la vivienda del hombre responsable, donde, en medio del encuentro familiar, se produjo un altercado, que terminó derivando la ira del padre, quien reaccionó equívocamente, en un hecho que derivó en el lamentable lanzamiento del niño al vacío.

Ahora, tras lo ocurrido, la madre del menor confía en que el niño pueda superar las terribles heridas infligidas por el padre, además de las derivadas del golpe desde una considerable altura, en un hecho que además de lamentable y totalmente repudiable, puede referenciarse como milagroso, si se tiene en cuenta que el menor sobrevivió inexplicablemente al terrible hecho.

A la luz de la legislación Argentina, al haberse consolidado solo como tentativa de homicidio, la pena puede estar entre los 15 y 20 años en prisión; no obstante, si el menor llegase a morir, el hombre responsable, y en virtud de los agravantes, podría estar expuesto a una condena de cadena perpetua.

A inicio del pasado mes de octubre, en Colombia, se presentó un similar y lamentable hecho en el municipio de Melgar, Tolima, donde, en medio de un hecho de venganza contra su expareja, un hombre, identificado como Gabriel González, de 50 años, decidió acabar con la vida de su hijo, un niño de cinco años, identificado con el mismo nombre del progenitor, cuyo cuerpo fue descubierto al interior de la habitación de un hotel local.

En ese caso, según denunciaron las autoridades, el crimen estuvo motivado por una retaliación del hombre en contra de la mujer tras una relación fallida que duró seis años, la cual se había acabado hace cinco meses.

El hombre responsable de este caso, ya había sido denunciado por la mujer, siendo dictadas medidas de protección para ella, no obstante, el hombre, al que se señala de padecimientos de salud mental, decidió arremeter contra el hijo de la pareja como venganza por el fin de la relación.

En su momento, la madre denunció que ya había reportado también ante las autoridades que el hombre estaba empleando al menor para ejercer intimidaciones contra ella, no obstante, no recibió la respuesta oportuna, y cada 15 días, ella sufría el miedo de que algo pudiera pasarle a su hijo, pues el padre tenía derecho a la custodia compartida, por lo que tenía tiempo con este.