Una polémica se ha levantado en París, Francia, luego de que un hombre perdiera un testículo por una presunta agresión policial en medio de una manifestación. Mientras avanzan las investigaciones, la abogada del joven ya estaría adelantando acciones legales en contra de la policía de la capital francesa.
Así entonces, la jefatura de Policía de París también abrió por su lado una investigación sobre la agresión de un agente policial al manifestante que protestaba contra los planes del Gobierno de Francia de elevar la edad de jubilación en el país.
Esta decisión se anunció en declaraciones a la cadena BFMTV, detallando que el jefe policial le ha solicitado al Director de Orden Público y Tránsito que se conozcan las “circunstancias exactas del hecho denunciado”.
El manifestante, de 26 años, tuvo que ser operado de urgencia para que le extirparan uno de sus testículos después de recibir un golpe entre las piernas de la porra de un antidisturbios, todo ello cuando estaba tirado en el suelo y “perfectamente inofensivo”, según ha defendido su abogada, Lucie Simon.
“Un policía primero le da una patada, luego se cae y queda de espaldas (...) Entonces es perfectamente inofensivo cuando un policía lo golpea con una porra de manera perfectamente deliberada en los genitales”, afirmó la abogada del joven en una tertulia de BFMTV, ofreciendo detalles sobre los hechos, que fueron captados por una cámara de la citada cadena.
Simon denunció que se trata de un acto “puramente gratuito con un golpe extremadamente violento”, argumentando que su cliente no fue violento con el policía, rechazando así la hipótesis de un gesto de autodefensa por parte del agente.
El joven manifestante ya ha sido dado de alta, si bien sigue “traumatizado” después del hecho. “Su vida está cambiando con consecuencias irreversibles en su salud física y mental”, continuó explicando la abogada.
Francia sube la edad de pensión
Más de un millón de personas salieron a la calle la semana pasada en Francia en una jornada de huelga contra el proyecto del presidente Emmanuel Macron de retrasar la edad de jubilación a 64 años, con el que el mandatario se juega su crédito político.
De Marsella a Nantes, pasando por París, una marea de personas manifestó contra una reforma que consideran injusta, pero que el Gobierno defiende como la única manera de evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
“¡Nos están tomando el pelo! No saben lo que es trabajar hasta los 64 años en estas condiciones y bien podrían encontrar el dinero en otra parte, sobre todo gravando el capital”, le aseguró a AFP Manon Marc, animadora escolar, en París.
Aunque el Ministerio del Interior cifró en 1,12 millones el número de manifestantes, muy por debajo de los “más de dos millones” anunciado por el sindicato CGT, se superó el objetivo de un millón de los organizadores.
La primera ministra, Élisabeth Borne, destacó el “buen” desarrollo de las protestas, pero no dio muestras de dar marcha atrás: “Sigamos debatiendo y convenciendo”, tuiteó.
La reforma es una de las medidas clave que el mandatario centrista, de 45 años, prometió durante la campaña de su reelección en abril, tras un primer proyecto en 2020 que abandonó por la llegada de la pandemia.
“Es una reforma sobre todo justa y responsable”, que fue “democráticamente presentada y validada”, defendió Macron desde Barcelona, donde participó en una cumbre hispanofrancesa.
Tras años de crisis (protesta social de los chalecos amarillos, pandemia, inflación), representa una “prueba decisiva” sobre su mandato y sobre “la huella que dejará en la historia”, según el diario Le Parisien.
Aunque su intención era retrasarla de los 62 a los 65 años, acercándose al resto de países europeos, su primera ministra planteó 64, pero adelantando a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa.
Estos dos puntos cristalizan el rechazo. Según un sondeo de Ipsos publicado el miércoles, aunque un 81 % de franceses considera necesaria una reforma, un 61 % la rechaza y un 58 % apoya las huelgas. “No me atrevo ni a calcular cuándo podré jubilarme”, le aseguró a AFP en Marsella Jérôme Thevenin, un cocinero de 52 años, que trabajó muchos años como temporero.
Pese a que las protestas fueron mayoritariamente pacíficas, en París se produjeron choques con las fuerzas de seguridad. Cuarenta y cuatro personas fueron detenidas, según la prefectura de Policía. “Nos espera un duro conflicto”, pronosticó el líder del sindicato FO, Frédéric Souillot, sobre este primer frente sindical unitario desde 2010 cuando intentaron en vano impedir el retraso de la edad de jubilación de 60 a 62 años.
*Con información de Europa Press y AFP.