Esta tragedia, que ha causado gran conmoción en el mundo, se presentó en un gimnasio en La Carlota, Argentina, donde un hombre ingresó y le quitó la vida con un arma de fuego a su hija, quien al momento de los hechos se encontraba dirigiendo una clase de zumba.
La víctima fue identificada como Eugenia Villarruel, de 48 años, mientras que el agresor fue Teodoro Villarruel, de 75 años. El crimen de la mujer, según informes preliminares, se dio luego de que ambos protagonizaran una discusión que, lamentablemente, terminó en una desgarradora escena.
De acuerdo con la hipótesis principal que maneja la Fiscalía de esa ciudad, cabecera del departamento Juárez Celman, el hombre mató a su hija de al menos un disparo, luego de irrumpir su clase en el gimnasio de ella, ubicado exactamente en avenida San Martín al 400.
Posteriormente, con el arma que utilizó presuntamente para asesinar a la mujer, el hombre se suicidó, según informaron fuentes judiciales tras revisar y analizar la escena del crimen.
“Todo indica que el hombre ingresó al gimnasio y procedió a agredir a la mujer con un arma de fuego calibre 22 y luego se quitó la vida”, indicó el fiscal Daniel Miralles, a cargo interinamente de la Fiscalía de La Carlota, en declaraciones citadas por el medio Clarín.
Además, reveló que se realizó un allanamiento en la casa del agresor en búsqueda del teléfono celular y de otros elementos que puedan ser útiles para la investigación del caso.
Por otro lado, el medio indica que, según trascendió, las diferencias familiares se habrían agudizado en los últimos meses por cuestiones económicas y el hombre era un conocido prestamista en la ciudad, actividad a la que también habría incursionado su hija en los últimos meses.
Asimismo, señala que Teodoro no tenía una buena relación con la nueva pareja de su hija y, tiempo atrás, había sido denunciado por violencia en contra de la mujer, de 48 años, en 2020, y su esposa, en 2022, de quien se había separado y continuaba con los trámites de división de bienes.
Según Miralles, sobre la primera denuncia que se expuso ante las autoridades por parte de su hija, la Justicia le había dictado una restricción perimetral hacia ella por 180 días.
Sobre Eugenia Villarruel se conoció que daba clases de zumba en el gimnasio Acuario y usaba sus redes sociales para compartir contenido relacionado con algunas recomendaciones para mantener una vida saludable, con actividad física y una buena alimentación.
Una vez las autoridades fueron alertadas sobre lo ocurrido, los cuerpos de Teodoro y Eugenia fueron trasladados a la morgue del Hospital San Antonio de Padua, en la ciudad de Río Cuarto, donde se les realizarán las autopsias correspondientes.
“La Parroquia de La Merced acompaña el profundo dolor de Susana Vázquez ante la muerte injusta de su hija. Que este tremendo asesinato, con posterior suicidio del agresor, nos conmueva y nos invite a cuidar la vida en toda ocasión y aun ante la más difícil situación. Imploremos a Dios también el perdón al agresor”, expresaron algunos vecinos de La Carlota en la iglesia más importante del sector, según indica el medio Clarín.