En Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia de covid-19, han sido hospitalizados más de 4,5 millones de ciudadanos desde que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) iniciaron el conteo y registro de los ingresos a centros médicos en agosto de 2020.

Uno de ellos es Donnell Hunter, un hombre de 43 años que estuvo 549 días internado en centros médicos por un contagio de covid-19.

El hombre, que al fin pudo regresar a su casa en Roswell, Nuevo México, se enfermó en septiembre de 2020, y desde entonces ha luchado por su vida con un único objetivo en su mente: sus seres queridos. “No doy nada por sentado, eso es seguro. Estuve 550 días sin ver a mis hijos, tengo un nieto que no había conocido y eso es lo más importante”, le dijo Donnell a la cadena de televisión CNN.

El caso de Donnell se salió de lo común, incluso en su país. De acuerdo con los CDC, los estadounidenses estuvieron un promedio de 5,5 días hospitalizados durante la última ola de contagios ocasionada por la variante ómicron del nuevo coronavirus. La cifra se ubicó en 7,6 días durante el auge de la variante delta.

Los síntomas de Hunter iniciaron con problemas para respirar, y esa falta de aliento fue la que lo llevó al hospital un día después de haber iniciado esta alerta.

No pasó mucho tiempo para que los médicos que lo atendían le informaran a su esposa, Ashley Hunter, que iba a ser trasladado a un hospital con mayor capacidad en Albuquerque, donde terminó siendo intubado para preservar su vida frente a la dificultad que caracteriza un contagio de la covid-19.

El estado de salud del hombre de 43 años se vio especialmente comprometido debido a la delicadeza que representa un trasplante de riñón que recibió a sus 15 años, luego de ser diagnosticado con glomerulonefritis, una enfermedad que le causaba inflamación y lesiones en este órgano.

Donnell estuvo conectado a un ventilador para poder respirar desde 2020, y fue trasladado a nueve hospitales diferentes entre el estado de Arizona y Nuevo México.

El hombre se contagió de covid-19 en septiembre de 2020, cuando todavía no había disponibilidad alguna de vacunas contra el virus. | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved.

El 4 de marzo, escoltado por la Policía local, el hombre se reunió con su familia en su casa en Roswell, donde estaban varios de sus amigos y vecinos esperándolo con globos y carteles dándole la bienvenida. Donnell le dijo a CNN que lo que más le gustó fue conocer a su nieto, quien nació mientras él estaba internado.

Ahora, el hombre y su familia han debido empezar a acoplarse a su nuevo estilo de vida, lleno de cuidados que esperan pronto lo ayuden a recuperar la salud de la que gozaba antes de que apareciera la pandemia. Su esposa es su principal apoyo en casa, donde debe hacer de enfermera, terapeuta, esposa y madre al mismo tiempo.

En casa, el hombre tiene un ventilador, que debe usar por las noches, un concentrador que le ayuda con oxígeno durante el día.

Asimismo, la cuenta médica de la extensa hospitalización de Hunter ha sido otra de las preocupaciones que, así como a muchos estadounidenses, aqueja a su familia. De hecho, el hombre le dijo a CNN que la última factura que le llegó tenía un valor de más de un millón de dólares.

Ya que aún no puede trabajar por las secuelas que le dejó el año y medio en que estuvo internado –entre ellas la pérdida de la función de su mano derecha–, un amigo de la familia le creó a Donnell una recolecta de dinero en la plataforma GoFundMe, con la que esperan poder recaudar lo suficiente para saldar las cuentas y ayudarse, mientras él recupera su fuerza.