Un piloto y su pasajero murieron la semana pasada cuando la aeronave en la que viajaban presentó fallas técnicas que imposibilitaron un aterrizaje seguro en Estados Unidos. La emergencia se registró cuando los norteamericanos, identificados como Benjamin Chafetz y Boruch Taub asistían a un funeral.
La aeronave salió del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy y tenía como destino la terminal aérea de Cuyahoga en Richmond Heights (Ohio). El piloto alcanzó a comunicarse con la torre de control; sin embargo, los intentos por evitar el desenlace fatal no fueron exitosos.
“Estamos perdiendo presión de aceite, esto es una emergencia”, fue la alerta que alcanzó a enviar Taub, según la cadena NBC News. Poco después se perdió la señal que vaticinó el accidente. “¿Tiene potencia en los motores en este momento? ¿Puede mantener la altitud?”, había preguntado un controlador, quien recibió una negativa como respuesta.
De acuerdo con ese medio, hacia las 5:25 p. m., el piloto informó sobre la falla que estaba presentando y estuvo aproximadamente media hora en el aire antes del siniestro en un área boscosa. Taub tenía la esperanza de hacer un aterrizaje de urgencia a menos de dos millas, pero el tiempo y circunstancias de ese instante le jugaron en contra.
“Según el avión avanzaba, iba perdiendo altitud debido a la avería, o lo finalmente se decida que fue la razón, y el piloto supo que tenía solo un puñado de minutos para aterrizar; fue incapaz”, dijo a la prensa local un funcionario en el condado de Westchester, de acuerdo con lo recogido por Noticias Telemundo.
El mensaje de último adiós
Mientras el piloto intentaba maniobrar para mantener la altitud (y no perder la comunicación con el operador) el pasajero, Benjamin Chafetz, buscó en una carrera contrarreloj comunicarse con su familia. El mensaje del último adiós pudo enviarse; pero no llegó, en principio, a sus destinatarios.
“Te amo a ti y a los niños. Siento todo lo que hice. Perdimos los motores”, fue el mensaje con el que Chafetz se despidió, pero que llegó a un grupo comunitario; así lo hizo saber el rabino Ely Skorski. “Donde fue a parar exactamente, no creo que fuera a parar al lugar al que estaba destinado”, dijo el jefe espiritual, según el medio estadounidense.
CBS News recopiló lo que dijo Michael Canders del centro de aviación de Farmingdale State College: “En un área muy congestionada y sobrepoblada, como la ciudad de Nueva York, el condado de Westchester, hay muchos edificios, hay mucho desarrollo, así que si no hay visibilidad, realmente será cuestión de pura suerte para ti evitar los obstáculos” (...). Es virtualmente imposible aterrizar el avión de manera segura”, apuntó.
Evacúan avión en Grecia
Aviones de guerra griegos escoltaron este domingo un vuelo de la aerolínea Ryanair que iba de Polonia a Grecia, luego de que se recibiera una alerta de bomba, que terminó siendo falsa, informaron las autoridades. La Policía indicó que no se había encontrado ningún artefacto explosivo a bordo del Boeing 737, que llevaba más de 190 personas a bordo, y que aterrizó en el aeropuerto internacional de Atenas (la capital).
Según AFP, el registro de pasajeros y de la aeronave “no condujo al hallazgo de nada sospechoso”, dijeron las autoridades en un comunicado. Los dos cazas habían interceptado al avión de línea cuando entraba en el espacio griego; previamente, fue escoltado por aviones húngaros.
“Después de que despegó, llegó una llamada al centro de información del aeropuerto que apuntó a la posible presencia de un aparato explosivo a bordo (...). Contactamos con el control del tráfico aéreo, que posteriormente se puso en contacto con los pilotos”, dijo un funcionario de la terminal aérea de Katowice a AFP.