El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que un hombre identificado como Lee Price III fue sentenciado a 110 meses de prisión el pasado lunes 29 de noviembre luego de que autoridades descubrieran que usó dinero de los fondos de ayuda para la pandemia en la compra de un lujoso auto, un costoso reloj y el pago de un préstamo hipotecario.
La justicia estadounidense informó en un comunicado que el sujeto realizó mecanismos fraudulentos para “obtener y lavar los ingresos de más de US$ 1.6 millones en préstamos del Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP) garantizados por la Administración de Pequeñas Empresas (SBA)”, en el marco de una ley de ayudas para el coronavirus.
Price, de 30 años de edad, fue declarado culpable por cargos de fraude electrónico y lavado de dinero. Los fondos que le fueron entregados debían haberse usado para mantener a flote su empresa y pagar los salarios a los trabajadores en medio de la grave crisis económica derivada de la pandemia de la covid-19.
De hecho, los investigadores determinaron que el sujeto había intentado obtener ayudas económicas por más de US$ 2,6 millones y recibió con éxito más de US$ 1,6 millones en fondos del Programa de Protección de Cheques de Pago (PPP).
El Departamento de Justicia explicó que el sujeto, residente en el estado de Texas, recibió dos préstamos y se gastó todo el dinero durante el mismo mes en que le fue aprobado.
“Price presentó falsamente el número de empleados y los gastos de nómina en cada una de las solicitudes de préstamos PPP. Para respaldar las solicitudes fraudulentas de préstamos PPP, Price también presentó registros fiscales fraudulentos y otros materiales”, señaló la justicia norteamericana en un comunicado emitido el pasado 29 de noviembre. Hasta el momento las autoridades han logrado confiscar más de US$ 700,000 de los fondos que Price obtuvo de manera fraudulenta.
Cabe resaltar que el Congreso de Estados Unidos aprobó a finales de 2020 un plan de apoyo para hogares y empresas por US$ 900.000 millones, considerado esencial para enderezar el rumbo de la primera economía mundial, fuertemente golpeada por la pandemia de coronavirus.
Las pequeñas empresas se beneficiaron de más subvenciones gubernamentales, mientras que el paquete también incluyó ayudas para el alquiler y para las familias que enfrentan un desalojo.
Ahora bien, la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos informó a finales de octubre de 2021 que el PIB de ese país aumentó 2 % en el tercer trimestre del presente año, en comparación con el mismo lapso de 2020. Hay que mencionar que el mercado esperaba que el PIB creciera por lo menos 2,6 %. En el segundo trimestre, el crecimiento económico había sido de 6,7 %.
La desaceleración de la actividad económica coincidió con el resurgimiento de los casos de coronavirus relacionados con la variante delta en el trimestre de julio a septiembre. Además, hay que decir que los impactos positivos de los controles de estímulo y otros alivios económicos entregados por el gobierno de Joe Biden a principios de este año también disminuyeron.
Según las autoridades estadounidenses, otro de los factores que influyó en el bajo crecimiento económico de EE. UU. fue la crisis de la cadena de suministros que se vive a nivel mundial, pues esta ha limitado la capacidad de las empresas para mantenerse al día con la demanda de los consumidores.
El consumo, el componente más grande del PIB de EE. UU., que comprende alrededor de dos tercios de la actividad económica general, se desaceleró a una tasa de 1,6 % en el tercer trimestre, lo que también marcó el ritmo más débil desde el segundo trimestre de 2020.