Durante cuatro años, entre 2003 y 2007, el estadounidense Michael Townsend señaló que vivió en secreto dentro de un pequeño apartamento de un centro comercial, como forma de protesta contra el desarrollo inmobiliario.
Townsend afirmó que ocupó un espacio subterráneo del Providence Place, ubicado en el estado Rhode Island, en el este de Estados Unidos. El hombre señaló que vivió años antes en la zona donde estaba el establecimiento, pero debió mudarse debido a que el lugar en el que residía fue comprado y, posteriormente, convertido en el parqueadero del centro comercial.
Molesto por sentirse desplazado del sector, el hombre asegura que preparó el plan para residir por varios días junto a otros amigos tras escuchar varias cuñas publicitarias en radio tenían “una voz entusiasta que hablaba de lo maravilloso que sería vivir en el centro comercial”.
“El tema central de los anuncios era que el centro comercial no solo brindaba una rica experiencia de compra, sino que también tenía todas las cosas que uno necesitaría para sobrevivir y llevar una vida saludable”, agregó.
Townsend y sus amigos se ubicaron en un área que no había sido utilizada desde que se completó el edificio en 1999 y que desconocía el equipo de seguridad.
Según señalaron medios locales, el grupo de amigos construyó una pared de bloques de hormigón para mantener oculto el espacio, que llegó a tener muebles. El hombre señaló que aprendieron a moverse en las instalaciones de noche, sorteando las cámaras de seguridad por no ser vistos durante los meses siguientes.
Tras cuatro años, el hombre finalmente fue descubierto. Tras un acuerdo con las autoridades, Townsend logró su libertad condicional y evitó la cárcel. Mientras el personal de seguridad y las autoridades se preguntaron cómo era posible que durante tanto tiempo no fueran descubiertos.
“Me sorprendió lo que pudo lograr”, dijo el mayor de la policía de Providence, Stephen Campbell en 2007. “Pero lo que hizo fue claramente criminal. El centro comercial es propiedad privada”, subrayó.
Insólito: niño fue obligado a vivir en espacio de dos metros durante 5 años
Los ciudadanos de Estados Unidos se encuentran sorprendidos con la noticia que tiene como protagonistas a una pareja y a su hijo adoptivo, de 13 años, quien fue hallado por las autoridades viviendo en un cuarto de tan solo dos metros cuadrados, ubicado dentro de un garaje. De acuerdo con el informe judicial, el menor habría habitado este lugar por al menos 5 años.
Así lo explican los medios locales del condado de Palm Beach, en el estado de la Florida, detallando que el niño, literalmente, comía y hacía sus necesidades en este reducido espacio. Por esto, los padres del menor, identificados como Tracy y Timothy Ferriter, ambos de 46 años, fueron llevados ante las autoridades judiciales, acusados por el delito de abuso infantil agravado.
Esta historia se dio a conocer el pasado 30 de enero, cuando un denunciante anónimo reportó, ante la Policía de la ciudad, la desaparición de un niño. Atendiendo el llamado del ciudadano, un uniformado fue encomendado para que fuese hasta la casa de los Ferriter para hacer un proceso de peritaje, esto con el fin de obtener pruebas que dieran con el paradero del menor.
Sin embargo, el agente no tuvo que esperar demasiado para hallarlo, pues mientras hablaba con su madre, notó con curiosidad que dentro del garaje de la casa se había fabricado un cuarto que Tracy señaló como una pequeña oficina.
Las declaraciones de la mujer no fueron suficientes para las autoridades, por lo que el policía no dudó en solicitar que se pudiera realizar una investigación exhaustiva del lugar, y por supuesto de este cuarto de 2,44 metros. Al analizarla, los encargados del peritaje notaron que la estructura constaba de unos cuantos muros, a los que se podía tener acceso por medio de una puerta con un picaporte y un cerrojo que solo se podía abrir desde afuera.
Igualmente, se halló que al interior solo había un balde y un colchón, además de un bombillo, cuyo interruptor estaba ubicado en la parte exterior del cuarto.
Al ver esta escena, los investigadores decidieron ir hasta la escuela a la que asistía el menor, donde finalmente pudieron localizarlo. Al interrogarlo, confesó que sus padres “habían abusado de él físicamente y había sido confinado a la fuerza dentro de esa estructura en el garaje desde el 2017″.