Cientos de seguidores y universitarios se reunieron en la noche de este martes, 5 de noviembre, para vivir un “momento histórico”, les brillan los ojos. Repiten una y otra vez sus esperanzas de ver por primera vez a una mujer afroamericana como Kamala Harris al frente de Estados Unidos, y apenas se atreven a contemplar una derrota electoral.
En el césped de Howard, la universidad de Washington conocida como la “Harvard negra”, la multitud se agitaba al son de música estridente y coreografías de baile mientras esperaban los resultados de las elecciones presidenciales, que iban llegando a cuentagotas.
Dentro de unas horas, la candidata demócrata Harris, que estudió allí, pronunciará un discurso.
Kwame Anderson, que asiste con varios amigos, sueña con el “cambio”. “Rezo por la victoria”, dice, al admitir su temor de ver triunfar al aspirante republicano, el expresidente Donald Trump.
“Ruego para que esta nación no se desgarre aún más de lo que ya está, necesitamos paz”, añade. “No queremos más violencia, no queremos más odio”.
Detrás de esta mujer de largas trenzas, se han instalado gradas en medio de los imponentes edificios universitarios de ladrillos rojos y columnas blancas.
Al pie de un gran árbol de colores otoñales, los partidarios de la vicepresidenta, muchos de ellos estudiantes, cantan para amenizar la espera.
Algunos no han dudado en sacar sus mejores galas festivas, otras sus tacones de aguja.
“Y aunque no lo crean, estamos contentos de ver a alguien reírse por una vez”, considera Anderson, refiriéndose a Harris, de cuyas carcajadas los republicanos se han burlado con frecuencia.
“Estoy muy orgulloso y feliz de estar aquí”, opina también Tony Murray, exalumno de Howard. “Va a ser una noche histórica”, asegura con un guiño de ojo a su esposa, quien dice estar nerviosa.
De repente, la multitud se queda en silencio. En una pantalla gigante, se muestran los resultados preliminares de algunos estados clave. La gente aplaude, abuchea y la música vuelve a sonar. La noche está lejos de terminar.
“Preservar nuestra democracia”
Nichelle Poe ha acudido a ver a “la primera presidenta”. “Tengo confianza porque creo que queremos preservar nuestra democracia”, afirma.
Mientras tanto, una cantante vestida de blanco y con una corona de plata en la cabeza entonaba regularmente el himno estadounidense.
“Me siento un poco ansioso”, confiesa Amar Zarif. Para controlar ese estrés, este estudiante de primer año de Howard decidió participar del evento. Dice sentirse tranquilo al estar “rodeado” de sus “hermanos” en esta noche crucial.
Howard es una institución de referencia en la educación de la élite negra estadounidense y desempeña un papel clave en la historia personal de Harris. Desde que se graduó en 1986, ha vuelto allí a menudo.
“La Universidad Howard constituye uno de los aspectos más importantes de mi vida”, es “donde empezó todo”, dijo en un acto en 2019, cuando era candidata a las primarias demócratas para las presidenciales de 2020.
*Con información de AFP