La oenegé Human Rights Watch (HRW) ha evaluado que durante el primer mandato del presidente de Francia, Emmanuel Macron, el país no ha estado a la altura en materia de Derechos Humanos, y le ha reclamado la necesidad “crucial” de elaborar políticas “para todos” en el marco del aumento de la extrema derecha, la xenofobia y la discriminación.
Macron cumplió los pronósticos y se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, pero lo hizo con unos niveles de abstención inéditos desde 1969 y frente a una rival, Marine Le Pen, que elevó por primera vez a la ultraderecha por encima del 40 %.
“Para que Macron gobierne de manera significativa, como ha anunciado, necesita llevar a cabo políticas que hagan que los Derechos Humanos sean una realidad para todos”, señaló la directora para Francia de HRW, Bénédicte Jeannerod.
HRW incidió en que “es más urgente que nunca que el presidente Macron y su gobierno aborden con mayor vigor las injusticias sociales y económicas, la exclusión y las desigualdades, al tiempo que refuerce la gobernanza democrática y el respeto de los derechos, las libertades y el Estado de Derecho”.
La organización ha mostrado su preocupación ante los porcentajes históricos de personas que votaron por la extrema derecha o que no votaron, que son vistos como una expresión de la inquietud de una parte significativa de la población por las desigualdades sociales y la precariedad de sus propias situaciones, así como una profunda desconfianza en los líderes políticos y su capacidad para dar respuestas adecuadas.
Asimismo, HRW subrayó que la situación internacional también debería llevar a Macron a hacer de los Derechos Humanos un eje de su diplomacia. Los desafíos incluyen, en particular, la guerra en Ucrania y otros conflictos marcados por graves violaciones contra la población civil, el ascenso de los autócratas en Europa y en otros lugares, el impacto de la pandemia sobre los más vulnerables y la crisis climática mundial.
Discriminación, racismo y DD. HH.
HRW ha criticado los controles policiales discriminatorios de las autoridades francesas contra hombres y niños negros, y también contra ciudadanos árabes. Otro motivo de preocupación es el trato, a menudo abusivo, que reciben los inmigrantes y solicitantes de asilo, incluidos los niños no acompañados, especialmente en el norte de Francia y en la frontera franco-italiana.
La organización recuerda que los grupos de Derechos Humanos y los expertos de la ONU también han expresado su preocupación por la proliferación de leyes antiterroristas de gran alcance, incluida la incorporación de medidas de emergencia temporales al derecho común. Las autoridades francesas también han sido criticadas por los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad durante las protestas.
El organismo ha resaltado que Francia ha tenido el mérito de desempeñar un papel de liderazgo en la respuesta internacional a los aparentes crímenes de guerra de las fuerzas rusas en Ucrania. HRW ha señalado que Francia ha mostrado su liderazgo en el acceso humanitario en Siria y en la lucha contra la impunidad por el uso de armas químicas por parte del gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Sin embargo, HRW denunció que Francia también ha perseguido la venta de armas a Arabia Saudí y ha hecho un acuerdo armamentístico histórico con Emiratos Árabes Unidos, a pesar de los repetidos y presuntos crímenes de guerra contra la población civil en Yemen.
“El apoyo incondicional de Francia a Egipto no vaciló. Macron concedió al presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, la Legión de Honor, la más alta distinción de Francia, a pesar de que al Sisi supervisa la peor represión de la historia moderna de Egipto”, valoró.
Asimismo, HRW subrayó que, durante la presidencia francesa, el examen de Polonia y Hungría por parte de la UE en virtud del artículo 7 –el procedimiento del tratado de la UE que trata de los Estados miembros de la UE que incumplen las obligaciones del Estado de Derecho– debería avanzar rápidamente.
En la lucha contra el cambio climático, la organización mencionó que Francia se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 40 % para 2030 y Macron hizo de esta lucha una prioridad de su anterior mandato.
Según HRW, el país sigue siendo uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero de la UE y el Alto Consejo del Clima ha considerado que los esfuerzos del Gobierno son insuficientes y demasiado lentos.
Francia concede más subvenciones a los combustibles fósiles que las que destina a las energías renovables, lo que está impulsando la crisis climática que amenaza directamente la protección de los derechos, tal y como ha detallado.
HRW también comentó que Macron tiene que aprovechar los avances que hizo en la promoción de los derechos de las mujeres y priorizar la lucha contra el feminicidio y la eliminación de la violencia y el acoso sexual en el lugar de trabajo.
“El segundo mandato del presidente Macron debe ser una oportunidad para hacer que los Derechos Humanos sean realmente una prioridad en su política nacional e internacional”, indicó Jeannerod.
Jeannerod sentenció que “Macron tiene que demostrar cómo la democracia fuertemente arraigada en el respeto de los derechos fundamentales de todos y el Estado de Derecho es capaz de cumplir y responder a los principales problemas nacionales y mundiales, y al hacerlo contrarrestar el ascenso de la extrema derecha”.
*Con información de Europa Press.