Un equipo de científicos, el cual será liderado por Jonathan Jiang, quien trabaja en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, enviará un mensaje en código binario que tendría como destino a extraterrestres inteligentes que habiten la Vía Láctea
De acuerdo con un artículo publicado en el servidor de preimpresión arXiv.org, el cual está a la espera de ser revisado por pares, explica que aunque aún no se encuentra vida extraterrestre, se ha aumentado la búsqueda con proyectos como el James Webb de la NASA y el telescopio FAST de China.
Este nuevo mensaje, nombrado Faro en la Galaxia (BITG), es otro intento para comunicarse con otras formas de vida en el universo, pues se conforma con 13 partes que tienen aproximadamente 204.000 dígitos binarios efectivos, o 25.500 bytes, en total.
El más reciente mensaje que se envió desde la Tierra al espacio fue en 1974 desde el telescopio Arecibo de Puerto Rico, y fue escrito por el científico Carl Sagan y el pionero del SETI Frank Drake.
“La motivación para el diseño fue entregar la máxima cantidad de información sobre nuestra sociedad y la especie humana en la mínima cantidad de mensaje. Con mejoras en la tecnología digital, podemos hacerlo mucho mejor que el [mensaje de Arecibo] en 1974″, explicó Jiang.
A su vez, Douglas Vakoch, presidente de METI (Messaging Extraterrestrial Intelligence), una organización sin fines de lucro dedicada a investigar cómo comunicarse con otras formas de vida dijo que: “Una de las ideas clave es que, debido a que la visión ha evolucionado de forma independiente muchas veces en la Tierra, eso significa que los extraterrestres también la tendrán”.
“Pero ese es un gran ‘sí’, e incluso si pueden ver, hay mucha cultura incrustada en la forma en que representamos los objetos. ¿Significa eso que debemos descartar las imágenes? Absolutamente no. Significa que no debemos asumir ingenuamente que nuestras representaciones van a ser inteligibles”, agregó.
Vale la pena recordar que en 2017, Vakoch envió el primer mensaje interestelar mediante la transmisión de la información científica desde 2003 a una estrella cercana.
Nasa anunció dos nuevas misiones hacia el Sol
La Nasa anunció en febrero que seleccionó a dos misiones científicas para estudiar la dinámica del Sol, la conexión de la Tierra con su estrella y el entorno espacial en constante cambio.
Se trata de las misiones Multi-slit Solar Explorer y HelioSwarm, que proporcionarán información fundamental para ayudar a proteger a astronautas, satélites y señales de comunicación, como el GPS.
“MUSE y HelioSwarm proporcionarán una visión nueva y más profunda de la atmósfera solar y el clima espacial”, dijo Thomas Zurbuchen, de la Nasa. Además, el investigador señaló que estas misiones brindarán una “perspectiva única” sobre los “misterios” del Sol.
La Nasa también explicó que la misión MUSE le ayudará a los científicos a comprender las fuerzas que impulsan el calentamiento de la corona solar y las erupciones en esa región exterior.
Por lo tanto, apoyados en esa misión, los investigadores podrán apreciar la radiación ultravioleta extrema del Sol y obtener las “imágenes de mayor resolución jamás capturadas de la región de transición solar y la corona”.
Por su parte, la misión HelioSwarm se encargará de capturar las primeras mediciones multiescala en el espacio de las fluctuaciones en el campo magnético.
La agencia espacial estadounidense también indicó que HelioSwarm deberá capturar los movimientos del viento solar, conocidos como turbulencia del viento solar.
“La innovación técnica de los pequeños satélites de HelioSwarm que operan juntos como una constelación brinda la capacidad única de investigar la turbulencia y su evolución en el viento solar”, indicó Peg Luce, subdirectora de la División de Heliofísica.
Por otra parte, la Agencia Espacial Europea (ESA) anunció este viernes que seleccionó cuatro experimentos científicos y siete microsatélites desarrollados por universidades y empresas para ser transportados gratuitamente a bordo del primer vuelo de Ariane 6, previsto para finales de año.
El primer vuelo del lanzador pesado europeo es un vuelo de prueba, conocido como vuelo de calificación, del cohete programado oficialmente para el segundo semestre del año desde el Centro Espacial de Guayana (CSG) en Kourou.
El cohete podrá transportar hasta 11,5 toneladas a miles de kilómetros, pero para su vuelo de prueba debería viajar vacío hasta una órbita baja, a unos cientos de kilómetros sobre la Tierra.