Hungría prohibió este martes la “promoción” de la homosexualidad entre los menores en una ley que genera inquietud entre asociaciones de defensa de derechos humanos, críticas con el incremento de restricciones contra el colectivo LGTB por parte del gobierno conservador de Viktor Orban.

Estas asociaciones temen que la ley, bajo el supuesto paraguas de “proteger los derechos de los niños”, cancele programas de educación sexual y de género o censure libros, series o películas donde se evoque la homosexualidad.

“La pornografía y los contenidos que representen la sexualidad o promuevan la desviación de la identidad de género, el cambio de sexo o la homosexualidad no deben ser accesibles a menores de 18 años”, dice el texto consultado por la AFP.

La ley fue aprobada por 157 votos a favor y uno en contra en el Parlamento, controlado por el partido Fidesz de Viktor Orban, durante una sesión transmitida en directo por los medios que fue boicoteada por gran parte de la oposición.

Miles de personas protestaron el lunes por la noche en las calles de Budapest para denunciar esta “propaganda permanente” del gobierno contra la comunidad LGBT.

Orban, que prometió instaurar una “nueva era” cultural para defender los valores cristianos y tradicionales, endureció a lo largo de su mandato la legislación contra lesbianas, gays, bisexuales y transgéneros.

Una ley ambigua

En la práctica, la ley puede implicar que no se autoricen programas de educación sexual o la publicidad de multinacionales solidarias con las minorías sexuales, como una recopilación de cuentos y leyendas desdramatizando la homosexualidad que enfadó al poder en otoño de 2020. El primer ministro Orban pidió entonces “dejar a los niños tranquilos”.

Oenegés de defensa de derechos humanos temen que esto implique la prohibición de series como “Friends” y de películas como “Briget Jones”, “Harry Potter” o “Billy Elliot”, donde se evoca la homosexualidad.

“El texto de la ley es, a propósito, muy ambiguo”, señala Zsolt Szekeres, representante del comité de Helsinki (HHC), una organización de defensa de los derechos humanos.

Aunque asegura que todavía “no conocemos enteramente las consecuencias” de la ley, Szekeres se muestra seguro que su aprobación “enfriará a los organizadores” de eventos: “¿Cómo asegurarme que lo que yo diga no llegará a orejas de un menor o que un niño no pasará por la calle durante un Orgullo Gay?”, dijo.

“Estas proposiciones estigmatizarán todavía más al colectivo LGTB, exponiéndolo a una mayor discriminación en un ambiente ya hostil”, comentó en un comunicado el director de Amnistía Internacional en Hungría, David Vig, que ve cercanía con la ley rusa que prohíbe todo acto de “propaganda” homosexual destinada a los más jóvenes.

Las multas vienen estipuladas junto a un arsenal de medidas de protección de menores y para combatir la pedofilia, una mezcla de conceptos denunciada por los manifestantes el lunes.

Entre ellas figura la creación de una base de datos de condenados accesible al público o la prohibición de que trabajen en determinadas profesiones.

En diciembre, el gobierno prohibió de facto la adopción para parejas del mismo sexo e inscribió la noción tradicional de familia y de “género” en su Constitución.

Miembro desde 2004 de la Unión Europea, cuya carta de derechos fundamentales prohíbe toda discriminación basada en la orientación sexual, Hungría es regularmente acusada por Bruselas de atentar contra el Estado de derecho.

Antes del retorno del poder de Orban en 2010, era uno de los países más progresistas de la región, donde la homosexualidad había sido despenalizada desde comienzos de los 1960 y la unión civil entre personas del mismo sexo estaba reconocida desde 1996.

*Con información de AFP