Dos personas murieron en México por los efectos de Lidia, que golpeó la costa del Pacífico el martes como un huracán categoría 4 y que este miércoles se degradó a depresión tropical, informaron las autoridades.
Una de las víctimas falleció al intentar cruzar con su vehículo un arroyo en el municipio de Pihuamo (estado de Jalisco, oeste), dijo en esta jornada a medios de comunicación el representante regional de Protección Civil, Víctor Hugo Roldán.
Otro hombre murió al caerle encima un árbol cuando conducía un automóvil en la localidad costera de Bahía de Banderas, en medio de fuertes vientos, había reportado en la jornada anterior el gobierno del vecino estado de Nayarit.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, compartió imágenes tras las secuelas del fenómeno natural y aseguró que se continuarían evaluando las consecuencias.
“Como parte de la revisión de daños tras el paso del huracán #Lidia por Jalisco, se encontraron derrumbes en algunos puntos de la carretera Autlán de Navarro-Villa Purificación que ya se están atendiendo y se resolverán hoy mismo para que la gente pueda usar la vía lo más pronto posible”, dijo el funcionario en X.
Hacia las 10:20 a. m. (hora local) Alfaro resaltó el trabajo de más de 3.000 servidores públicos, en materia de atención y prevención. “Se hizo un gran esfuerzo y los resultados son muy positivos (...). Los efectos no fueron lo terribles que pudimos haber esperado (...). Las afectaciones son menores, donde hubo mayor impacto curiosamente no fue en la costa”, dijo.
Se consideró “extremadamente peligroso”
Lidia tocó tierra en Las Peñitas como un huracán categoría 4 de la escala Saffir-Simpson (de 5), con vientos sostenidos de 220 kilómetros por hora. Ello llevó a que fuese catalogado como “extremadamente peligroso”.
El sitio impactado está a 100 kilómetros de Puerto Vallarta, siendo ese uno de los destinos turísticos más reconocidos de México. Allí se presentaron interrupciones parciales en el servicio eléctrico y también hubo otras afectaciones más ‘leves‘, de acuerdo con Víctor Roldán, de Protección Civil.
Al avanzar por tierra hacia el norte de la nación azteca, el ciclón disminuyó su potencia y la mañana de este miércoles ya era una depresión tropical, según comunicó el Servicio Meteorológico Nacional.
Por sus amplias líneas costeras en el Pacífico y el Atlántico, México es uno de los países más vulnerables a sufrir el impacto de los huracanes, con al menos una decena de fenómenos climatológicos anualmente, todos con potencial de convertirse en ciclones.
En octubre de 2015, el Pacífico mexicano sufrió el impacto de Patricia, el huracán más fuerte en los registros meteorológicos, pues sus vientos sostenidos estuvieron en 325 kilómetros por hora. No obstante, a su paso solamente dejó daños materiales al tocar tierra en un área despoblada.
El llamado de López Obrador
Cuando el evento natural alcanzó la costa mexicana, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, exhortó a la población para que tomara precauciones y recordó que unos 6.000 militares habían sido desplegados para auxiliar a la población.
“Hay que refugiarse en lugares seguros; alejarse de zonas bajas, arroyos, ríos y laderas”, escribió en su cuenta de X. Por su parte, los comercios habían cerrado, mientras los habitantes estaban resguardados en sus viviendas, tal cual verificó un equipo de AFP.
Sin embargo, en las calles aún se veían a algunas personas a quienes el fenómeno sorprendió. “Iba a ir a mi casa, pero está muy retirado, me voy a tener que resguardar en otro lado. No hay nada de transporte, me agarró desprevenido”, dijo Hersón Rodríguez, un entrenador de 35 años.
*Con información de AFP.