La Iglesia portuguesa exhortó este miércoles a las familias y a los profesionales sanitarios a no practicar la eutanasia, autorizada por una ley promulgada la víspera tras un arduo proceso legislativo, anunció la conferencia episcopal en un comunicado.
La conferencia episcopal (CEP) pidió rechazar “categóricamente las posibilidades que abre la legalización de la eutanasia” y reclamó que la objeción de conciencia de los médicas sea “siempre garantizada”.
El jefe del Estado portugués, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, promulgó el martes la ley que despenaliza la eutanasia votada la semana pasada por el parlamento, gracias a los votos de la mayoría socialista.
El proyecto de ley fue aprobado por el parlamento portugués en cuatro ocasiones en los últimos tres años, pero fue frenado tanto por la Corte Constitucional como el presidente.
Para evitar el último veto del jefe del Estado, los socialistas decidieron votar por segunda vez el mismo proyecto de ley, lo que obligó al presidente a promulgar la norma, como prevé la Constitución.
La despenalización de la eutanasia, que presenta “la muerte como una solución para el dolor y el sufrimiento”, conlleva un “claro retroceso de la civilización”, ya que rompe “el principio fundamental de la inviolabilidad de la vida humana”, consideró la CEP.
Los obispos portugueses aseguraron compartir la tristeza expresada por el papa Francisco tras el voto de los diputados. El pontífice lamentó entre otros la adopción de una “ley para matar”.
La controversia se da justo en momentos en que el pontífice visitará Portugal a inicios de agosto con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Para colmo, hay otra polémica en juego, a causa del logo de las jornadas, el cual, para muchos, recuerda al que usaba la dictadura de Antonio de Oliveira Salazar para promocional el colonialismo portugués.
Los responsables de la Iglesia portuguesa esperan ahora que la “ley pueda ser abrogada”.
La versión definitiva de la ley establece que la eutanasia solo está permitida en casos en que “el suicidio médicamente asistido resulte imposible debido a la incapacidad física del paciente”.
Tras la publicación de los decretos de aplicación, la ley podría entrar en vigor en otoño, según las estimaciones citadas en la prensa local.
“El presidente de la República promulgó el decreto (...) como estaba obligado” a hacerlo por la Constitución, indicó la presidencia portuguesa en un comunicado el pasado martes.
La versión final de la ley que regula “la muerte médicamente asistida” fue adoptada, gracias en particular a los socialistas, que disponen de mayoría absoluta, por 129 votos a favor y 81 en contra, de un total de 230 diputados.
“La Constitución obliga al Presidente a promulgar una ley a la cual impuso su veto y que fue confirmada por la Asamblea de la República. Claro que la promulgaré, es mi deber constitucional”, había dicho Rebelo de Sousa tras el voto.
La eutanasia y el suicidio asistido están autorizados solo en un puñado de países europeos, incluidos España, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos. En otros continentes, figuran Canadá y algunos estados de Australia.
*Con información de AFP