Este martes 27 de junio, la Federación de Científicos de Estados Unidos (FAS, por sus siglas en inglés) alertó de un posible repunte de la fuerza armamentística de China, luego de que imágenes por satélite mostraran la construcción de nuevos silos para resguardar misiles en el gigante asiático.

De acuerdo con el centro de estudios estadounidense, el hallazgo se produjo cerca de Yumen, en la provincia de Gansu, imágenes que les sirvieron a los expertos para localizar un segundo campo de silos cerca de Hami, en la región de Xinjiang, ubicada en el noroeste del país.

“La construcción de silos en Yumen y Hami constituye parte de la mayor expansión del arsenal chino llevada a cabo hasta ahora”, han matizado los expertos en un informe publicado este martes según cita Europa Press.

Los trabajos en Hami, que se encuentra a unos 380 kilómetros de Yumen, comenzaron en marzo y no han progresado de forma significativa por el momento, tal y como explica la FAS. Teniendo en cuenta el trabajo de preparación, los científicos estiman que podría haber unos 120 y 110 silos, respectivamente.

Sin embargo, estas instalaciones subterráneas podrían albergar un menor número de misiles según explica la agencia internacional de noticias.

Los datos de la FAS señalan que China posee actualmente unas 350 cabezas nucleares, información que sobrepasa lo informado en 2020 por el Pentágono, que detalló que este número giraba en torno a los 200 y que ahora advierte es posible que se duplique en la próxima década.

El arsenal del país asiático es más pequeño que el de países como Rusia y Estados Unidos, que tienen unas 4.000 cabezas nucleares.

Para los expertos, existen varios motivos para la construcción de estos silos. Entre otras cuestiones, esto podría responder a la modernización de las fuerzas estadounidenses, rusas e indias.

China podría temer, además, que sus silos sean fácilmente atacables, así como el sistema de defensa estadounidense. No obstante, el Gobierno chino ha asegurado en numerosas ocasiones que no tiene intención alguna de realizar ataques con armas nucleares, algo que únicamente utilizaría para defenderse.

Desde finales de los años noventa, el Gobierno de Estados Unidos ha tratado de lograr que China se sume a los tratados internacionales para el control de armas, una cuestión que por el momento se ha resuelto sin éxito.

Este hecho se da luego de que China acusara a EE. UU. de verla como “un enemigo imaginario”.

Durante las conversaciones con la subsecretaria de Estado, Wendy Sherman, la enviada de más alto nivel del gobierno de Joe Biden en visitar al país asiático y quien llegó el domingo a la ciudad portuaria de Tianjin en busca de afianzar las relaciones entre las dos potencias económicas, este lunes Pekín urgió a Estados Unidos a parar de “satanizar” a China.

“La esperanza puede ser que, al satanizar a China, Estados Unidos podrá (...) culpar a China por sus propios problemas estructurales”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores chino en un comunicado. Advirtió que la relación bilateral está “estancada y enfrenta serias dificultades”.

“Urgimos a Estados Unidos a cambiar su mentalidad equivocada y su política peligrosa”, agregó el comunicado sobre las conversaciones de Sherman con el viceministro chino de Relaciones Exteriores, Xie Feng.

Por su parte, Estados Unidos dijo la semana pasada que espera usar las conversaciones como una oportunidad para mostrarle a Pekín cómo es una competencia “sana y responsable”, pero que quiere evitar un “conflicto”.

* Con información de Europa Press y DW.