Más de 2.100 habitantes de la asediada ciudad ucraniana de Mariúpol (sureste) han muerto desde el inicio de la ofensiva rusa, afirmó este domingo 13 de marzo el alcalde de la localidad.

“Los ocupantes atacan cínica y deliberadamente edificios residenciales, zonas densamente pobladas, destruyen hospitales infantiles e infraestructuras urbanas (...) Hasta la fecha, 2.187 habitantes de Mariúpol han muerto en los ataques rusos”, afirmó el alcalde de la ciudad en Telegram.

Mariúpol, una ciudad portuaria estratégica, está sumida en una situación “casi desesperada”, según Médicos Sin Fronteras (MSF), por la falta de víveres y de agua, gas, electricidad y comunicaciones. Turquía pidió ayuda a Rusia para evacuar a sus ciudadanos atrapados en la ciudad, indicó el domingo el ministro turco de Relaciones Exteriores, Mevlut Cavusoglu.

Se ha intentado en vano evacuar a miles de civiles en varias ocasiones. “Mariúpol sigue rodeada, lo que no pueden tener por la guerra lo quieren tener por el hambre y la desesperación. Como no pueden derrotar al ejército ucraniano, apuntan contra la población”, analizó una fuente militar francesa.

Más bombardeos rusos

Rusia bombardeó en la mañana de este domingo 13 de marzo una base militar del oeste de Ucrania, cercana a la frontera polaca, causando la muerte de 35 personas, mientras sigue estrechándose el cerco de las fuerzas rusas en torno a Kiev.

La base militar atacada está situada en Yavoriv, a unos 40 kilómetros al noroeste de Leópolis, destino de miles desplazados internos, y a unos 20 kilómetros de la frontera con Polonia, país miembro de la OTAN. En los últimos años, esas instalaciones acogieron ejercicios de entrenamiento del ejército ucraniano con instructores extranjeros, sobre todo de Canadá y de Estados Unidos.

“Rusia atacó el Centro internacional para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad. Instructores extranjeros trabajan allí”, indicó el ministro ucraniano de Defensa, Oleksii Reznikov.

“Se trata de un nuevo ataque terrorista contra la paz y la seguridad cerca de la frontera UE-OTAN. Hay que actuar para detener esto. ¡Cierren el cielo!”, añadió, reiterando los llamados del gobierno ucraniano para que se cree una zona de exclusión sobre Ucrania, algo que la Otan se niega a hacer por temor a que el conflicto se extienda.

Los bombardeos causaron 35 muertos y 134 heridos, según un nuevo balance del gobernador de la región, Maxim Kozitsky. Previamente, las autoridades habían dado cuenta de nueve muertos y 57 heridos.

“Los bombardeos aéreos fueron llevados a cabo desde los mares Negro y de Azov. En total, los invasores tiraron más de 30 misiles. El sistema de defensa aérea ucraniana funcionó. Hemos derribado algunos misiles en el aire”, afirmó.

En esa región, el sábado se registraron bombardeos contra un aeropuerto militar en Lutsk, donde murieron cuatro soldados ucranianos. El domingo 13 de marzo, el alcalde de Ivano-Frankivsk, a unos 100 km al sur de Leópolis, afirmó que el aeropuerto había sido atacado el domingo por la mañana.

Por su parte, el papa Francisco lanzó un sentido llamamiento para que se ponga fin a la “masacre” y al “inaceptable ataque armado” en Ucrania.

Con información de AFP

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