Un informe del Equipo de Justicia Móvil, entidad que apoya la investigación de la Oficina del Fiscal General de Ucrania sobre los crímenes de guerra rusos, han revelado planes y registros financieros que vinculan directamente las cámaras de tortura en Kherson, al ejército ruso.
Son 20 centros de tortura identificados en Kherson y se espera que se descubran muchos más, según el informe que detalla las pruebas que demuestran la estrategia calculada por Vladimir Putin para extinguir la identidad Ucraniana.
El Equipo de Justicia Móvil está formado por los mejores abogados internacionales y ucranianos que viajan por todo el país para recopilar y analizar rigurosamente las pruebas de las torturas y asesinatos que han cometido los soldados rusos en medio del conflicto con Ucrania.
“Los centros de tortura en Kherson recientemente liberado se utilizaron para subyugar, reeducar o matar a líderes cívicos ucranianos y disidentes comunes”, dice el informe y añade: “La nueva evidencia revela que las cámaras de tortura estaban a cargo de diferentes agencias de seguridad rusas, incluidos los Servicios Federales de Seguridad de Rusia (FSB), el FSB local de Kherson y el Servicio de Prisiones de Rusia”.
En una de las cámaras descubiertas por los investigadores se encontró una habitación en el sótano de un bloque de oficinas y otras en un centro de detención preventiva “prefabricado”, las pruebas habrían sido incineradas por los soldados pero quedaron varios grafitis de prisioneros y algunos detalles de personas que habían estado detenidas allí.
“Se han recopilado pruebas de más de 1.000 supervivientes de cámaras de tortura en Kherson, con palizas físicas, tortura con descargas eléctricas y ahogamiento con agua entre los actos delictivos comunes utilizados contra mujeres y hombres ucranianos detenidos en Kherson en un esfuerzo por eliminar la resistencia a la ocupación”, dice el informe.
Eslóganes, poemas y canciones fueron descubiertas en las paredes de las celdas, escritos obligados a ser recitados por los ucranianos mientras estaban detenidos. Fueron 400 personas las que habrían desaparecido de los centros de tortura de Kherson, y aún no se sabe si fueron asesinados o continuaron retenidos en territorio controlado por Rusia.
“Los centros de tortura son la punta del iceberg en el plan intrínsecamente criminal de Rusia para subyugar o destruir a los ucranianos. Están diseñados para eliminar y destruir gran parte de la población ucraniana para permitir que el resto sea esclavizado”, según Wayne Jordash KC, Socio Gerente de Cumplimiento de Derechos Globales y Líder del Equipo de Justicia Móvil.
Las investigaciones del Mobile Justice Team son posibles gracias a la financiación de la Oficina de Asuntos Exteriores, Commonwealth y Desarrollo del Gobierno del Reino Unido, la UE y el Departamento de Estado de EE. UU.
“La evidencia de los crímenes de guerra de Rusia está creciendo exponencialmente y se vuelve más compleja a medida que pasa el tiempo. El Equipo de Justicia Móvil está trabajando las 24 horas del día con la Oficina del Fiscal General de Ucrania para garantizar que estos delitos se documenten e investiguen de la manera más exhaustiva posible”, dijo Jordash, según el informe.
Estados Unidos señala a Rusia como responsable de actos de tortura
En junio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha señalado este lunes a Rusia como responsable de violaciones de Derechos Humanos, fundamentalmente de actos de tortura, durante la guerra de Ucrania en el marco del Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura.
“La tortura destruye vidas, familias y comunidades. Sin embargo, cada día personas alrededor del mundo sufren esta horrenda violación de sus derechos y dignidad humanas. En Ucrania, hemos visto pruebas de una brutalidad atroz por parte de las fuerzas rusas”, ha indicado Biden en un comunicado.
En este sentido, el mandatario estadounidense ha dicho que hay “patrones de abuso” contra militares y civiles a los que se les obliga a cooperar con las “autoridades de ocupación”, especialmente durante los interrogatorios, donde sufren palizas, descargas eléctricas, simulacros de ejecución y violencia sexual.
“Dentro de la propia Rusia, los informes de tortura en lugares de detención son comunes, incluso contra activistas y críticos de las políticas gubernamentales”, ha denunciado, asegurando que Washington se opone a “cualquier forma de tratamiento inhumano” y se compromete a eliminar la tortura, así como a brindar ayuda a las víctimas.
Con información de Europa Press*