Un cohete de una empresa privada japonesa explotó segundos después de iniciar su despegue en el oeste del país, un espectacular fracaso en los intentos de la compañía de colocar un satélite en órbita.
El cohete ligero Kairos explotó en llamas pocos segundos después de despegar desde el puerto espacial Kii, a unos 420 kilómetros al suroeste de Tokio. Imágenes en vivo mostraron una columna de humo que rodeaba los restos en llamas, que se extinguió poco después.
La misión de la empresa emergente Space One tenía como objetivo colocar en órbita un satélite del gobierno japonés, algo inédito para la industria privada aeroespacial del país.
Se envió una orden de autodestrucción poco después del lanzamiento, dijo Space One en un comunicado. No ofreció de inmediato detalles sobre los problemas con el vuelo.
Space One dijo en un comunicado que había decidido “anular el vuelo” y que abrió una investigación de lo sucedido.
“Queremos aceptar este resultado con visión de futuro y emprender nuestro próximo desafío”, declaró a periodistas el presidente de la empresa, Masakazu Toyoda. Insistió en que Space One no utiliza la palabra “fracaso”.
Kairos, que en griego antiguo significa “el momento adecuado”, llevaba un satélite del gobierno, según Space One. El lanzamiento estaba previsto para el 9 de marzo, pero los operadores se vieron obligados a retrasarlo después de que se encontrara un barco en alta mar en lo que se suponía era una zona evacuada.
La empresa, fundada en 2018, cuenta con el respaldo de inversores como Canon Electronics. Los lanzamientos anteriores se retrasaron por la pandemia y la guerra en Ucrania, según el director ejecutivo, Masakazu Toyoda.
Con 18 metros, el Kairos es más bajo que el Epsilon, de 24 metros de altura y de propiedad de la agencia espacial japonesa. También es menos alto que el H3, de 63 metros de altura, que JAXA lanzó en febrero. Su tamaño está pensado para llenar un nicho en el mercado local, ofreciendo precios competitivos y misiones frecuentes, dijo Toyoda a los periodistas el 1 de marzo.
La firma desea “contribuir con la expansión de los servicios espaciales” mediante lanzamientos satelitales exitosos con sus cohetes, agregó.
Escombros en llamas cayeron en los alrededores, donde se activaron los rociadores de agua, en escenas dramáticas vistas por cientos de espectadores que llegaron a las áreas de observación pública. Empresas privadas como Space One desempeñan un papel de importancia creciente en la exploración espacial mundial.
En febrero, una empresa de Houston posó la primera nave espacial estadounidense en la Luna en más de 50 años, y la NASA depende cada vez más de los cohetes fabricados por SpaceX, de Elon Musk.
Pero abundan los fracasos. El año pasado, otra empresa emergente japonesa, ispace, intentó en vano convertirse en la primera compañía privada en posar en la Luna. La empresa dijo que perdió el contacto con su nave en lo que calificó como un “aterrizaje forzoso”.
Con información de AFP y Europa Press.