Su nombre es Fernando Franco de Oliveira y es conocido en Brasil por la cantidad de tatuajes y modificaciones corporales que se ha hecho, al punto de admitir que algunos lo apodan como “Satanás”. Para él, los comentarios tienen menor relevancia cuando se trata de sentirse bien consigo mismo y; en sus palabras, ser y sentirse distinto.
“Siempre quise ser diferente de la sociedad, así que comencé a desarrollar mis modificaciones en el año 2000″, reveló a NeedToKnow.co.uk, según recogió el diario New York Post. Lo que comenzó con unas cuantas modificaciones, hoy en día le ha cubierto prácticamente todo el cuerpo; además, no solo ha sido tinta sino perforaciones e incrustaciones en la cabeza.
Uno de sus más recientes cambios son cicatrices gruesas autoinfligidas en la parte derecha de su rostro que van desde la sien hasta casi la barbilla, en forma de ramificaciones. En su cuenta de Instagram (con más de 87.000 seguidores) asegura que es el hombre más tatuado de todo Brasil y en sus decenas de publicaciones muestra cada cambio.
“Solo Dios puede juzgar”
De acuerdo con medios internacionales, ha pasado casi una década desde que su cuerpo ha estado casi cubierto solo por marcas que se extienden hasta sus globos oculares. Del que ha sido su proceso durante todo este tiempo suele mostrarse ‘satisfecho’, aunque las transformaciones continúan y cada vez generan mayor sorpresa y opiniones divididas entre sus fanáticos y otros quienes rechazan su apariencia.
“Empecé tatuándome los ojos, luego vinieron los implantes, las mutilaciones de las orejas, me cortaron la nariz, me pusieron los dientes de vampiro y ahora tengo mis cicatrices”, dijo de Oliveira en lo recopilado por New York Post. “Cuando salgo a la calle, diría que el 70 % de la gente considera que soy increíble”, así como sus modificaciones, agregó con orgullo. “Tengo fans que también me piden poder tomarse fotos”.
En su cuenta de Instagram ha compartido imágenes de cuando sus tatuajes podían contarse con los dedos de la mano sin aún someterse a intervenciones quirúrgicas. Otras incluyen una lengua bífida, además de algunos piercings que centran más la atención en su físico.
Aunque alardea de la admiración que, según él, buena parte de la gente tiene cuando lo ve también reconoce percibir el rechazo u hostilidad en otras personas. Los comentarios recibidos van desde comparaciones con el ‘diablo’ hasta consideraciones de que, al morir, se irá al infierno, según cuenta el brasileño. Las reacciones encontradas tampoco pasan desapercibidas en internet.
“Nunca más volverá a ser normal”, “Satanás simplemente decidió aterrizar en la tierra de los vivos”, “Creo que es genial que seas quien quieres ser”, “¿Alguna vez te han pedido que hagas una película de terror?”, “¿Qué clase de humano eres?”, “Soportas mucho dolor, eres una persona que merece reconocimiento por eso”, “Felicidades por tus modificaciones”.
Mujer tatuó sus ojos y se arrepintió
En Reino Unido una mujer, identificada como Anaya Peterson, se tatuó ambos ojos; pero posteriormente admitió que el resultado le había dejado secuelas con el riesgo de una visión deteriorada. La mujer confesó que quiso seguir los pasos de una modelo, pese a la negativa de su hija para someterse a esa práctica.
“Solo iba a hacerme un tatuaje al principio porque pensé que si me quedaba ciega, al menos tendría el otro ojo. Debería haberme quedado con eso”, dijo a Kennedy News. Sin embargo, su intención fue más allá y no terminó hasta que ambos ojos cambiaron de apariencia.
En TikTok admitió haber sufrido una inflamación y; a veces, tener irritaciones. Además, Anaya Peterson confesó que ya no reconocía desde lejos los rostros de la gente, pese a no tener más de 35 años.